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Lo que HBO está haciendo con Westworld es algo a lo que muy pocas cadenas se han atrevido: impulsar un programa que no solo hace notar su inmenso presupuesto en cada escena, sino que, temporada tras temporada, ha perdido a un considerable número de espectadores. No obstante, para gusto de quienes siguen de manera férrea al inusual -y constantemente enrevesado- show de ciencia ficción, el estudio dio luz verde a una cuarta tanda de episodios que continuarán la lucha entre los huéspedes y los humanos,

Jonathan Nolan (The Prestige) y Lisa Joy son los creadores de este programa, ligeramente inspirado en la novela de Michael Crichton (ER, Jurassic Park), la cual dio pie a la película homónima de 1973. Los creadores utilizaron el planteo del parque de diversiones con temática del viejo oeste para expandir el concepto y explorar las reflexiones que tanto utiliza Nolan en las obras de su hermano. Se trata de una oscura odisea acerca del despertar de la conciencia artificial y la evolución del pecado. Ambientada en la intersección entre el futuro cercano y el pasado reimaginado, explora un mundo en el que cualquier apetito humano, sin importar qué tan noble o depravado sea, puede ser satisfecho.

Evan Rachel Wood (The Wrestler), Thandie Newton (Crash), Jeffrey Wright (The Hunger Games: Catching Fire), Ed Harris (The Truman Show), Tessa Thompson (Creed), Rodrigo Santoro (Lost), Luke Hemsworth (Thor: Ragnarok) y Simon Quarterman (The Devil Inside) son algunos de los que vuelven a encabezar el equipo frente a cámaras, que en esta temporada sumará a Aaron Paul (Breaking Bad, Need For Speed), Lena Waithe (Master of None), Vincent Cassel (Black Swan, Irreversible, Ocean’s Twelve), Scott Mescudi (We Are Who We Are), el jugador de fútbol americano Marshawn Lynch (Brooklyn Nine-Nine), John Gallagher Jr. (The Newsroom), Michael Ealy (Stumptown) y Tommy Flanagan (Sons of Anarchy).