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Desde que Rick y el grupo de sobrevivientes quedó a los pies de Negan en el final de la temporada pasada, pareciera que The Walking Dead entró en una suerte de loop del que no puede/quiere salir. «Service» viene a enfatizar, una vez más, lo terrible que es Negan y su banda de Salvadores. El primer episodio fue para quebrar al protagonista y a sus hombres. «The Cell» fue para romper el espíritu de uno de sus lugartenientes, Daryl. Este nuevo episodio se enfoca en mostrar hasta qué punto está quebrado el líder. Es frustrante el mínimo avance que ha tenido esta temporada a lo largo de sus cuatro primeros capítulos, más aún cuando se hace uno extra-largo para que no pase casi nada.
Como se sabe desde que se llegó a Hilltop meses atrás, Negan y sus hombres se llevan la mitad de lo que se produce. Todos trabajan para ellos y la subyugada Alexandria no es la excepción. Lo que estos se llevan es en base a proporciones arbitrarias que imponen los dominantes, que se llevan todas las armas, la medicina o los colchones, pero dejan tras de sí los alimentos. Rick ni siquiera es capaz de esconder alguna pistola por temor a que estos la encuentren y decidan aplicar su represalia contra su gente. De hecho el conflicto se genera porque el inventario de Olivia muestra el faltante de dos armas y el castigo será su muerte si estas no aparecen. Al final se las encuentra en la casa de Spencer y nadie tiene que pagar los platos rotos. Pero, tal como el villano le dice a Rick, pasó el pene por su garganta y este no hizo más que decir gracias.
Pero el episodio no se concentra solo en dejar que Jeffrey Dean Morgan se luzca todavía más como el mejor antagonista que el programa ha tenido o mostrar a Rick sometido, sino que se dedica un poco a Rosita, Spencer y Michonne. Esta última vuelve a despertar junto a Rick -¿se acuerdan que estaban en una relación?- y se va antes de la llegada de los Salvadores, para practicar su mala puntería con un rifle. Tan mala es para el asunto que no le acierta a un caminante que tambalea derecho hacia ella, pero sí a uno de los pocos venados vivos que quedan por ahí. Rosita y Spencer, por su parte, son obligados a ir en búsqueda de la moto de Daryl -sin armas ni agua, cortesía de Dwight- y en el proceso ella acaba con unos cuantos muertos vivos para conseguirse un arma de mano sin balas. La resistencia contra los Salvadores deberá fundarse sobre una pistola vacía y los conocimientos de Eugene para fabricar munición, cosa que el líder no sabe.
Rick acusa a Spencer por el robo de las pistolas y el peligro que eso podría haber supuesto para Olivia, algo que en verdad él no sabía por estar afuera. Este último perdió a toda su familia desde que el otro llegó a Alexandria y hace claras sus dudas respecto al mandato que lleva. Y ahí si, claro, Rick contesta. De hecho amenaza con romperle la mandíbula. Después de haber visto cómo Negan sometía a todo su grupo y los dejaba sin nada, la amenaza es contra su propia gente…
Una buena escena del episodio es la de la mención a Shane después de años, con un Rick que reconoce que Judith no es hija suya, pero aún así la protege. Pero en definitiva es otro ejemplo más de la incapacidad de manejar más de una línea argumental en simultáneo. Nos imaginamos que con los recursos de El Reino, el grupo podría presentar batalla contra los Salvadores, pero ¿qué pasa hasta entonces? ¿Cuántos episodios más se va a pasar por esto? Negan es el que manda, se lo entiende. De hecho han convertido al personaje de Jeffrey Dean Morgan en el mejor de la temporada. ¿Daryl? Ni siquiera una palabra. Rick, nada. Y las fuerzas en Alexandria quedaron diezmadas a un nivel del que parece imposible recuperarse, aunque se sabe que eventualmente lo harán porque sino se termina la serie. Pero los episodios necesitan algo más. Ya que había un capítulo de mayor duración, bien se podría haber ido a ver a Sasha y Maggie -que según cree Negan está muerta, después de una gran idea del Padre Gabriel, algo que ni se le cruzó por la cabeza al antiguo sheriff-. Se podría haber visitado Hilltop, ver en qué anda Jesús, pasar por el Reino. Cualquier cosa.
El episodio cierra con Michonne frente a una pila de colchones prendidos fuego. ¡Sorpresa, los Salvadores no los necesitaban! ¡Es una demostración más de que Negan está a cargo! ¿No quedó claro eso? Con el brutal primer capítulo, estaban dadas las chances de obtener la mejor temporada de The Walking Dead. Habrá que contentarse con el show de Negan… ¿A ustedes qué le pareció?
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