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Después del demoledor primer episodio de esta séptima temporada, The Walking Dead se tomó un respiro con un episodio enteramente dedicado a El Reino. La concentración en el quién sería la víctima de los golpes de Negan puede haber llevado a dejar algo de lado a Carol y Morgan, cuyos caminos se distanciaron del grupo, pero también de sí mismos en los capítulos finales de la temporada anterior. «The Well» es uno decididamente optimista en relación a lo ocurrido, con la inclusión de un interesante nuevo jugador y con avances en los arcos personales de los otros dos, quienes en forma consistente han sido favoritos de la audiencia en los últimos años.
Carol está quebrada, una fractura emocional que comenzó en los episodios finales de la sexta, sobre todo tras el ataque táctico a los Salvadores, que signó el futuro del grupo de Rick. La mujer, cuya rudeza y pragmatismo ha ido en crecimiento al punto de dejar en el olvido a la frágil ama de casa golpeada que era en un comienzo, ahora está perdida. Su fuga de Alexandria concluyó de manera sangrienta, rescatada a último momento por Morgan y por hombres a caballo que los conducen al Reino. Todavía herida, cobra consciencia en el viaje pero está desorientada, al punto de ver a los caminantes como lo que alguna vez fueron: personas. Su situación es una que ya se vivió con Tyreese y ya se sabe cuál es el destino que tiene el darse por vencido. Otro que ha pasado por algo así es su compañero de viaje, quien tuvo la buena fortuna de encontrar a un hombre que lo ayudó a recuperarse y le enseñó que toda vida es preciosa.
Tras dormir dos días seguidos, ella y el público son introducidos al Rey Ezekiel (Khary Payton), quien gobierna en estas tierras. Tras presentaciones similares en Woodbury o Terminus, es entendible la sospecha respecto a este nuevo santuario, pero hay una diferencia que queda clara con el correr del episodio. Al igual que la gente de Hilltop, aquí se vive bajo el yugo de Negan y los Salvadores. La tarifa a pagar para que este brutal grupo no los despedace también es en especies, con unos cerdos engordados con un alimento muy especial y secreto: carne de zombie de primera. Ezekiel le permite a Morgan ser parte de su grupo cerrado y también lo deja disfrutar del lugar, el cual se rige bajo una ley solidaria. Si se toma del pozo, hay que rellenar el pozo. Al hombre se le pide entonces que entrene al joven Blake (Logan Miller) para usar el bastón de madera, con lo que este lo inicia en el arte del aikido. Por alguna razón que no queda clara, Ezekiel confía en que el joven cumplirá un rol de importancia en el futuro de su comunidad, de ahí el entrenamiento.
Y respecto a este gobernante, no hay mejor presentación que la que ilustra esta nota, sentado un un trono, con su cetro y un tigre adulto a su lado. Carol no cae en toda esta puesta en escena y pone en práctica una técnica propia que ya es recurrente, hacerse la inocente y desentendida mientras planea su escape. Morgan no quiere rendirse con ella, pero esta está empeñada en seguir con su plan. El Rey lee a través de ella y por eso la cruza en pleno escape, para tratar de hacerla cambiar de parecer.
Él decide contar su origen y el cómo llegó a adoptar esta personalidad, lo que es una excelente decisión de los guionistas. Cualquiera debe haberse preguntado por lo poco práctico que parece tener a un tigre encadenado, comiendo lo que comen 10 personas, pero la respuesta está ahí. El por qué la gente acepta a un soberano, que cinco años atrás podía ser un oficinista, está justificado. Y a partir de ello se puede construir en los próximos episodios. El abrirse a los ojos de Carol, la ayuda. Así se resuelve el irse, pero sin irse. Instalarse en una casa en las afueras del Reino parece la solución necesaria para el personaje. Ella se alejó del camino crudo y pragmático que ha seguido en el último tiempo, algo que Morgan también vive pero en sentido inverso. Quizás un punto a mitad de camino para los dos sea lo que necesiten.
Fue un buen episodio, que nos permitió conocer a los que pueden ser valiosos nuevos aliados para Rick y compañía en el futuro próximo. No se podía retomar lo sucedido con el grupo en el episodio anterior, todo lo que se podría decir parecería inútil. ¿Ustedes qué opinan?
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