Rumbo a una década de live-actions: un repaso a las adaptaciones de Disney

El titán de la animación apuesta por una recreación de los queridos clásicos.

No existe duda de que Disney es el gran pez del entretenimiento. ¿El secreto de su éxito? Un incomparable equipo creativo y de animación, posicionamiento mundial de su marca y el factor emocional característico en todas y cada una de sus adaptaciones.

Lo que comenzó como un sueño con dibujos animados, se ha convertido a la fecha en una franquicia global con mucho futuro. Como toda compañía, algunos éxitos son más grandes que otros. El tiempo ha cambiado la manera de «ver» y «hacer» cine; colocando a la Casa del Ratón como una de las favoritas del público en general.
Personajes como Alicia, Maléfica, Cenicienta, Bella y muchos más, cobran vida hoy en día gracias a una nueva estrategia de Disney por no perder su lugar en el mundo del entretenimiento.

Y es por eso que en este artículo analizaremos los casi diez años de éxito de la compañía a través de las recreaciones existentes de algunos de sus clásicos más emblemáticos.
 
Alice in Wonderland (2010)

No son muchos los que suelen asociar el genio creativo de Tim Burton con la magia característica de Disney. Sin embargo, esta combinación cobró vida en 2010 con una adaptación del clásico Alicia en el País de las Maravillas. El film contó con un elenco conformado por Mia Wasikowska (en el papel principal) y otros actores recurrentes en las obras de Burton: Johnny Depp, Helena Bonham Carter y Michael Gough.

¿El resultado? Una obra basada en arte visual y efectos especiales, donde el estilo característico del director no se pierde. Aunque la crítica en general fue mixta, Alice in Wonderland marcó un triunfo taquillero sin precedentes, llegando a recaudar más de mil millones de dólares en todo el mundo. La película también fue nominada a los premios Oscar por Mejor Dirección Artística y Mejor Vestuario.

El éxito financiero llevó a la producción de una secuela seis años después, con James Bobin (The Muppets) como director y todo el elenco de vuelta para una nueva aventura. Sin embargo, esta resultó ser un fracaso tanto crítico como taquillero, llegando a recaudar solo una cuarta parte de lo que hizo su predecesora.

Maleficent (2014)

Disney llevaba años planeando un live-action de The Sleeping Beauty, por lo que el éxito de Alice in Wonderland le dio el impulso necesario para iniciar la producción. Tim Burton fue comisionado originalmente para dirigir, pero fue Robert Stromberg, el productor de Oz: The Great and Powerful, quien aceptó el reto de liderar la adaptación.

Por supuesto, nadie podía pensar en otra persona que encarnara a una de las villanas más icónicas de Disney que Angelina Jolie. La actriz había deseado interpretar el personaje desde niña, así que no dudó en aceptar el papel. El resto del reparto estuvo integrado por Elle Fanning como Aurora, e Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville como sus encantadoras hadas madrinas.

La película se estrenó con tibia recepción de la crítica, que no quedó del todo satisfecha con una historia aceptable y predecible. La audiencia, sin embargo, opinó diferente. Como se esperaba, Angelina Jolie recibió el reconocimiento universal por su actuación. El film también resultó en un éxito comercial, recaudando 750 millones de dólares en taquilla mundial.

Cinderella (2015)

Maleficent no fue la única adaptación desarrollada a partir del éxito de Alice in Wonderland; y cual mejor clásico que La Cenicienta para ser la nueva apuesta de Disney. El proyecto vio la luz luego de varias correcciones de guion y cambios de producción, con Kenneth Branagh (Thor) como director. Lily James fue elegida para interpretar a la princesa de zapatillas de cristal, aunque también se sumó la participación de la inigualable Cate Blanchett como su icónica y perversa madrastra.

Sin muchas expectativas, Disney finalmente nos dio un live-action a la altura de un cuento de hadas, liderado por excelentes actuaciones, musicalidad y la atmósfera de fantasía característica del clásico original. La película también fue nominada a varios premios, dirigidos a sus valores de producción. Comercialmente, Cinderella recaudó más de 500 millones de dólares a nivel mundial, cifras ligeramente debajo de Maleficent, pero aun considerándose como un triunfo.

En este punto, Disney anunció oficialmente el desarrollo de varias adaptaciones de acción en vivo como sus futuros proyectos.

The Jungle Book (2016)

El siguiente proyecto fue The Jungle Book, el musical de 1967, recordado febrilmente por sus alegres personajes, musicalidad y una tierna historia de valentía y amistad. Jon Favreau (Zathura, Iron Man) fue comisionado como director y productor de este ambicioso proyecto, cuyo desafío no solo radicaría en la ambiciosa animación, sino también en crear un balance entre el encanto de la versión original y la visión del director.

El film resultó en un completo éxito, siendo la adaptación mejor valorada por la crítica hasta la fecha. En cifras, The Jungle Book logró recaudar casi mil millones de dólares, la segunda mejor taquilla solo detrás de Alice in Wonderland.

Gran parte de su éxito se debió a su gran fidelidad al musical original, el impecable uso de CGI y su talentoso reparto vocal.

The Beauty and the Beast (2017)

Es casi imposible hablar de Disney sin tocar uno de los favoritos de siempre; The Beauty and the Beast dio bastante de qué hablar incluso antes de entrar oficialmente en producción. Muchos se preguntaban cómo lograría Disney adaptar sus recursos en animación para rehacer una historia tan refinada. Otros se preocupaban por quién interpretaría el papel de Bella. Y es precisamente porque, como el nombre lo indica, el rol parecía imposible de cubrir, aún con el amplio repertorio de belleza en Hollywood.

Entra en escena la bella Emma Watson, quien fue la primera opción de Alan F. Horn, el directivo de Disney. Este último quedó impresionado con su trabajo en la saga de Harry Potter. Pero tenemos que ser honestos… Emma siempre ha sido de las favoritas, no solo por su impecable trayectoria artística, sino también por su carisma, inteligencia, sentido del humor y activismo, por mencionar algunas cualidades.

Bill Condon (Dreamgirls, The Twilight Saga: Breaking Dawn) fue elegido para dirigir esta nueva adaptación, con un guion a cargo de Stephen Chbosky y Evan Spiliotopoulos. El musical se estrenó mundialmente en marzo de 2017 con comentarios generalmente positivos de la crítica y el público. Algunos satisfechos por la fidelidad a la versión original, mientras que otros pensaron que quizás era demasiado parecida a su historia fuente.

Aun así, la película presentó un éxito comercial para Disney con sus 1.2 mil millones de taquilla global.

Christopher Robin (2018)

¿Recuerdan el Bosque de los Cien Acres? Ése lugar imaginario donde Winnie Pooh y sus amigos solían jugar con Christopher Robin. Pues el siguiente reto de Disney fue una aventura que nos recordara nuestra infancia. Tras varios fracasos por llevar a la pantalla grande a estos singulares personajes, Marc Forster (Finding Neverland) fue comisionado para desarrollar este viaje emocional.

Christopher Robin se estrenó poco más de un año después de The Beauty and the Beast como uno de los grandes lanzamientos de esos meses, aunque ciertamente no resultó en el éxito esperado. Comercialmente solo consiguió recaudar poco menos de 200 millones.

Sin embargo, podemos asegurar de que se trata de una película encantadora, capaz de llenarnos de nostalgia, humor y una apreciación por el valor de la imaginación.

Dumbo (2019)

Tim Burton regresó para dirigir uno de los clásicos más memorables: Dumbo. El live-action del elefante volador empezó su producción en 2014 con un guion de Justin Springer y Ehren Kruger.

Dado que la película se estrenó 78 años después de su versión original y, no contó con una fuerte campaña de marketing, Dumbo resultó en un fracaso taquillero, recaudando solamente 350 millones contra un punto de equilibrio estimado en 500 millones. La crítica tampoco fue de gran utilidad, quienes opinaron que el film no era tan fuerte como otros proyectos del cineasta. También comentaron la «falta de corazón» en la historia, recordando que Disney nos tiene acostumbrados a cierto nivel de emocionalidad y que ciertamente se sentía forzado.

Dumbo es actualmente considerada como la producción más débil y también la menos memorable. Aun así, la adaptación nos provee de un par de escenas para el recuerdo, buenas actuaciones y una entretenida aventura para niños y adultos.

Aladdin (2019)

Finalmente, cerramos con la historia más reciente de Disney: Aladdin. La historia del noble ladrón que desea convertirse en príncipe para conquistar a la chica de sus sueños fue anunciada en 2016 con Guy Ritchie (Sherlock Holmes, The Man From U.N.C.L.E.) como director.

La adaptación también se distingue por causar controversia durante su producción, especialmente al anunciarse que el reparto principal sería «diverso». El uso de maquillaje para aparentar que varios actores eran del medio oriente fue severamente criticado por varios medios de comunicación. La película también enfrentó varios cambios de edición en su post-producción, especialmente con el uso de CGI.

Con el riesgo de acabar siendo una mala idea, Aladdin se estrenó en mayo del corriente año con críticas mixtas de la crítica y el público. El punto más fuerte del film es Will Smith, cuya interpretación del Genio resulta esencial para sostener una película casi enteramente visual, un villano poco memorable y que apenas alcanza el esplendor de su versión original.

Recordando que, para bien o mal, el éxito no solo se mide en comentarios, Aladdin ha recaudado casi mil millones de dólares en taquilla global, convirtiéndolo en uno de los films más rentables del año.

En resumen…

Disney es, sin duda alguna, una compañía líder en entretenimiento; y también una de las favoritas del público en general. Ha logrado evolucionar a través del tiempo, adaptándose a los mercados cada vez más exigentes, sin descuidar a sus veteranos clientes que lo han llevado a la cima.

Durante la última década, la Casa del Ratón ha generado miles millones de dólares al llevar nuevamente a la pantalla grande varios de sus clásicos favoritos; con una reinvención de las historias que marcaron la niñez de muchas generaciones.

Ciertamente no todas ellas superan las expectativas. Algunas son capaces de conservar su característico encanto, mientras que otras se sienten forzadas para el entretenimiento familiar.

De lo que podemos estar seguros, es que Disney tiene un futuro prometedor en el mercado de los live-action, especialmente con el pronto estreno de The Lion King, uno de los estrenos más esperados por los fanáticos. A este se suman Maleficent: Mistress of Evil en octubre de este año, The Lady and the Tramp en noviembre, Mulan en marzo de 2020; y pronto entrarán en producción las versiones de Cruella y The Little Mermaid, así que aún tenemos mucho por ver.

Pueden leer nuestro especial dedicado a los live-action que Disney tiene en camino por aquí.

Noel Valladares

Crítico de cine y novelista.

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