El amor y el desamor a través de los ojos de millennials.
Daphne es una treintañera que recientemente hizo algunos cambios en su vida: dejó su trabajo en una galería de arte, terminó la relación con su pareja de hace varios años y ahora vive en la casa de piscina de su hermana, todo esto en el transcurso de una semana. Cansada de buscar algo que parece no estar disponible para ella decide tomarse un descanso de las citas y el alcohol… pero rápidamente se ve involucrada en dos relaciones apasionadas.
Endings, Beginnings reúne unas cuantas caras conocidas para los papeles protagónicos: Shailene Woodley (The Spectacular Now) es Daphne, la artista en busca de un rumbo en su vida; Sebastian Stan (Captain America: The Winter Soldier) es Frank, el casanova apasionado, y Jamie Dornan (50 Shades of Grey) es Jack, el escritor que pareciera tener la vida arreglada. Estos tres formarán el triángulo amoroso que amenaza con poner la vida de Daphne de cabeza, aunque ello signifique darle una solución.
Con la premisa de «¿qué pasa si encuentro a dos personas que son capaces de darme lo que necesito, incluso si no lo es todo?», la protagonista tiene varios momentos de confusión respecto a lo que siente. Y si tenemos en cuenta que el director es Drake Doremus (Like Crazy, Equals, Newness), no nos sorprende la forma en la que se aborda el tema del amor, el descubrimiento de uno mismo y lo que se quiere.
No hay tapujos ni prejuicios a la hora de tocar temas tales como la decisión de querer o no hijos, el priorizar la situación laboral antes que las relaciones o el abuso sexual, entre otros.
Drake Doremus hace un trabajo excelente a la hora de expresarse y explorar el amor y la vida, a la vez que retrata lo que es ser un millennial -por más que muchos odien la palabra y sientan que no son parte, estamos hablando de una protagonista que está en sus 30 años- y las formas de relacionarse tanto amorosas como sociales que existen dentro de la generación. Como también llevar a pantalla lo que es enamorarse de dos personas por razones totalmente diferentes, que es justamente lo que le sucede a Daphne: Jack es un escritor y profesor con todo resuelto, dispuesto a amarla y ser doméstico. Mientras que Frank es todo lo contrario, resuelto a amarla pero de una forma más apasionada y volátil. Lo que nos dice mucho de ambos personajes.
Con dramas familiares de por medio, y alguna que otra cosa cuestionable pero funcional para cada personaje y a la historia en sí, Endings, Beginnings es un drama romántico independiente que merece ser vista, transitando ese pequeño quiebre entre la adultez joven y la madurez, con amores y desamores, sanación, viaje de conocimiento de uno mismo y la pregunta de «¿quién será el indicado?»
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