Durante la noche del domingo 5 de enero, en la ceremonia de la 77° edición de los Globos de Oro, el presentador Ricky Gervais armó su discurso en base a varios temas complejos, lo que generó algunas polémicas. ¿De que habló el humorista y por qué molestó tanto?
Los dichos del actor y comediante, conocido por su humor ácido, generaron varias risas -algunas nerviosas- y bullicio en el evento realizado en el Hotel Beverly Hilton, en California. Aunque el descargo más fuerte lo realizaron algunos medios locales, a los que pareció incomodar la opinión de Gervais.
Más allá de alguna broma referida a Leo DiCaprio, Joe Pesci o Martin Scorsese, los temas que generaron más controversia fueron las referencias que el presentador hizo a la Iglesia católica, a las plataformas de streaming y a la corrección política en Hollywood, así como la forma en que trató estas cuestiones.
En su quinta y última vez como presentador de los Globos de Oro, Gervais abrió la gala alertando a los presentes que las risas iban a ser a costa de ellos mismos, y advirtió: «son solo bromas, todos vamos a morir pronto y no hay secuela».
La primera referencia que hizo el creador de la versión original de The Office estuvo relacionada a los artículos que publicó el periodista Ronan Farrow -hijo de Woody Allen y Mia Farrow– que fueron claves en la denuncia por abuso sexual contra Harvey Weinstein. El comediante manifestó que muchas de las personas que cometen este tipo de delitos son los ejecutivos más importantes del cine y la televisión, y cerró al grito de «Farrow viene por ustedes».
Un comentario que molestó a demasiadas personas fue el que hizo respecto de la Iglesia, en ocasión del reciente estreno de Netflix. «Hablando de ustedes, pervertidos, este ha sido un gran año para las películas sobre pedofilia: Surviving R. Kelly, Leaving Neverland, The Two Popes», bromeó e instantáneamente generó una expresión de incomodidad y disgusto en la cara de Jonathan Pryce, quien interpretó al Papa Francisco en el film y estaba nominado a la estatuilla por su labor.
Entre otras cosas, aprovechó a promocionar su serie After Life, explicó que trata sobre un hombre que no tiene muchas ganas de vivir luego de la muerte de su esposa y concluyó «spoiler alert: el tipo no se suicida, lo mismo que Jeffrey Epstein», haciendo referencia a la muerte del multimillonario estadounidense acusado de abuso sexual y tráfico de menores.
Obviamente no iba a perder la oportunidad de hablar del gigante del streaming: «A nadie le importa ya el cine, ni la TV tradicional, toda la gente mira Netflix. La ceremonia podría terminar diciendo ‘muy bien Netflix, ganas todos los premios, adiós'», aunque nadie podría haber imaginado que The Irishman y Marriage Story, las dos grandes apuestas de la plataforma, tendrían una noche tan amarga.
Luego de realizar algunos chistes sobre Cats -a expensas de James Corden y Judi Dench-, o sobre la altura de Scorsese y su opinión sobre las películas de Marvel, así como la diferencia de edad entre DiCaprio y su novia de 22 años, Gervais apuntó contra las compañías de streaming. «Apple se metió en el negocio de la TV con The Morning Show, una serie sobre la importancia de la dignidad y hacer lo correcto, hecha por una empresa que tiene talleres clandestinos en China», recordando la denuncia por maltratos laborales, que culminaron en varios suicidios, en la principal planta productora de la marca. También dirigió sus cañones contra Amazon y Disney, para lo que remató: «Si ISIS sacara su plataforma, ustedes llamarían a su agente».
Finalmente, el cierre de la ceremonia se lo dedicó a los presentes. Gervais expresó su opinión respecto de la ola de corrección política en varias producciones hollywoodenses y a los discursos de ese estilo en las premiaciones. «Así que si ganan un premio esta noche, no lo usen como plataforma para un discurso político. No están en una posición como para dar lecciones, no saben nada sobre el mundo real y la mayoría de ustedes pasó menos tiempo en una escuela que Greta Thunberg», disparó. Probablemente fueron los dichos que más dañaron el orgullo de algunos presentes y que más molestia causaron en la sala, pero no deja de ser un reto a los varios que se quedan con una corrección moral y no hacen nada para lograr un cambio real.
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