La semana arrancó con una bomba: las nominaciones de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas a lo más destacado del 2019, una tradición que durante años ha reunido a los seguidores del séptimo arte para debatir sobre los méritos de todas las películas involucradas. Y este año no es la excepción, pues no han faltado las competidoras inesperadas, algunas preocupantes ausencias y, sobre todo, la polémica. No se puede ignorar que los Oscar continuaron la narrativa de los BAFTA respecto a la falta de diversidad, y aunque las críticas respecto a ser una gala «muy blanca» han disminuido a lo largo de los años -imposible olvidar la controvertida ceremonia de 2015-, en este caso hizo ruido la completa falta de nombres femeninos en apartados de dirección. Pero, ¿cuáles son las principales sorpresas de la contienda?
Otro mal año para el terror.
The Shape of Water -y mucho antes, The Lord of the Rings– vino a decir que el cine fantástico también tenía lugar para el prestigio de los Oscar, y Black Panther -junto a la victoria de Spider-Man: Into the Spider-Verse, confirmó que La Academia había puesto su atención en el popular cine de superhéroes. Pero, ¿y el terror? No hay género al que se le haya ignorado más a lo largo de los años y, siendo este uno que cargó con grandes actuaciones, es inexplicable la total ausencia de la talentosa Lupita Nyong’o (12 Years a Slave) por su trabajo en Us, donde además de interpretar con precisión el papel de una atormentada madre, dejó una fuerte impresión con su atormentado doppelgänger. Lo mismo va para Florence Pugh (Outlaw King) en Midsommar, donde su descomunal tratamiento del duelo la terminó de consolidar como una de las actrices más versátiles de la época; no es raro que se le haya reconocido por Little Women. No se puede olvidar a Willem Dafoe (Spider-Man) y Robert Pattinson (Good Time) en The Lighthouse, donde su química alimenta a una soez locura para el recuerdo.
Un Globo de Oro no garantiza nada.
El año pasado fue un viaje importante para el joven Taron Egerton (Kingsman: The Secret Service), comenzando por la impecable recepción para Rocketman, una película que parecía destinada a ser otra Bohemian Rhapsody y que encontró su propio espíritu en la parafernalia de Elton John. Tal camino, uno donde el actor aprovechó para hacer una fuerte campaña de consideración por su papel, incluyendo conciertos con el mismísimo cantante, culminó en una nominación -y posterior victoria- en los Globos de Oro, un evento que parecía garantizar su lugar en los Oscar, pero no. El calmado estoicismo de Jonathan Pryce (The Good Wife) como el cardenal Jorge Mario Bergoglio bastó para eliminarlo de la contienda, y aunque la de Egerton está lejos de ser la única omisión en Mejor Actor, es una que hace ruido. No se puede dejar de lado a Robert De Niro (Heat), que pese a haber dado una de sus mejores actuaciones en The Irishman ha pasado sin pena ni gloria en la época de galardones.
¿Y dónde quedaron las mujeres?
En líneas generales, 2019 fue un año como ningún otro para el cine, pero también fue en el que, de acuerdo a la USC, el 10.6% de las 100 obras más taquilleras fueron realizadas por mujeres. Como punto de referencia, en 2018 únicamente fue un 4.5%. No es un dato menor que varias obras como The Farewell, Hustlers y la aclamada Little Women se hayan llevado el visto bueno de la crítica y la taquilla, haciéndolas perfectas candidatas para uno de los principales galardones. El caso que más polémica ha causado es el de Greta Gerwig (Lady Bird), quien pese a ser nominada por Mejor Película y Mejor Guión Adaptado, se quedó fuera de la contienda de Mejor Dirección, en la cual no participa ninguna mujer. Al igual, hubo importantes omisiones en las categorías femeninas, pues tanto Mejor Actriz como Mejor Actriz Secundaria se quedaron sin Awkwafina (Jumanji: The Next Level) -quien también ganó un Globo de Oro- y Jennifer Lopez (The Wedding Planner), respectivamente. No así el caso de Cynthia Erivo (Wdiows), la cual sorprendió por su papel protagónico en Harriet.
Pon una cara feliz.
Al momento de su anuncio, desde la confirmación de que Joaquin Phoenix (The Master) sería el nuevo Príncipe Payaso del Crimen y que Todd Phillips (The Hangover) lo dirigiría, nadie esperaba que la de Joker fuese una historia de éxito. Pero entonces ganó el León de Oro, cosechó sus primeras críticas positivas -y más de alguna que se mostró insatisfecha- y no hubo quien pudiera detener al payaso. A día de hoy, la película puede presumir ser una de las más redituables del año pasado, mientras que porta con orgullo el título de ser el film más nominado en la contienda, con nada más y nada menos que 11 candidaturas, incluyendo algunas de las más codiciadas como Mejor Película o Mejor Director. ¿Ganará todo? Es altamente improbable, y aunque los galardones para el también actor de You Were Never Really Here y la compositora Hildur Guðnadóttir estén asegurados, le siguen tres enormes bestias como lo son Once Upon a Time in Hollywood, The Irishman y 1917.
También se trata de reconocimiento.
Además de ganadores y perdedores, los Premios de la Academia siempre han sido una excusa para reconocer a quienes llevan una impecable trayectoria en ofrecer todo su talento al cine, y este 2020 no es ninguna excepción. Para empezar, John Williams (Raiders of the Lost Ark), gracias a su trabajo musical en Star Wars: The Rise of Skywalker, puede presumir de haber expandido su récord como la persona viva más nominada con 52 candidaturas en su haber -no obstante, solo ha ganado 5 veces-. Además, Tom Hanks (Saving Private Ryan) consiguió su primera oportunidad de llevarse un galardón en 20 años -su última chance fue con Cast Away-, un dato inexplicable si se considera su inmenso trabajo a lo largo de años pasados. Lo mismo sucede con Al Pacino (The Godfather), quien llevaba desde 1993 sin poder asistir a la famosa gala con el objetivo de llevarse el oro. Una pena que no se haya reconocido al Adam Sandler (Punch Drunk Love) de Uncut Gems, pues verlo como competidor junto a grandes nombres como Leonardo DiCaprio (Django Unchained) y Adam Driver (Star Wars: The Last Jedi) sería una irrepetible oportunidad para reconocerle como el sólido talento que es.
La mejor animación estuvo en Netflix
Cuando la que ahora es la plataforma de streaming más grande del mundo anunciaba su contenido original, eran pocos los que le imaginaban como un competidor recurrente en los Premios de la Academia. Sí, su catálogo exclusivo está lejos de ser perfecto, pero siempre se le puede atribuir ser de los pocos estudios que ofrecen altos presupuestos que otros considerarían poco rentables. Y así, además de contar con The Irishman -que costó 140 millones de dólares- y Marriage Story -de unos 18 millones-, tiene dos serios contendientes a Mejor Película Animada: las aclamadas I Lost My Body -de la cual solo adquirieron sus derechos de distribución-, y Klaus. Esta última se vendió como el primer esfuerzo de la N roja por introducirse en la animación, y desde el impecable estilo técnico que eligieron hasta el imponente equipo de voces, se trató de uno de los mejores films que llegaron el año pasado.
Y a ustedes, ¿qué fue lo que más les llamó la atención de la gala?