Patrulla explosiva: los antihéroes locos de DC

Algunas líneas sobre la primera temporada de Doom Patrol.

Mucho se ha hablado del actual apogeo de los superhéroes en cine y televisión, ya prácticamente consolidados como un género propio. También se ha polemizado sobre el traspaso del cómic a la pantalla, que no siempre deja satisfechos a los seguidores, porque claro, lectores y espectadores no siempre son el mismo público. Pero, de vez en cuando, las adaptaciones sorprenden, convencen y entusiasman, porque erigen una identidad propia, logran diferenciarse y entretener sin dejar de evocar a su fuente, no pierden su esencia de papel. Por eso pueden cautivar a los fanáticos y apelar a un nuevo público. Doom Patrol es un claro ejemplo de ello. Quienes pudieron verla y se dejaron arrastrar por las propuestas delirantes de esta serie, esperan ansiosos su segunda temporada para ver qué nuevas locuras ofrecen estos peculiares superhéroes, o intentos fallidos de héroes, o antihéroes metahumanos, esta última categoría correspondiente a DC, casa a la que pertenecen.

La agradable sorpresa que resultó esta serie producida, entre otros, por Greg Berlanti (Arrow, Love, Simon) y Geoff Johns, una de las principales cabezas de la editorial, se debe principalmente a la originalidad y desfachatez con que narran sucesos que rayan el absurdo, dentro de un universo que ya por definición es ultra fantástico. Si bien el cómic original de Doom Patrol se lanzó en 1963, meses antes que los famosos X-Men de Stan Lee -con quienes se los ha comparado de forma polémica-, el programa se basa en la versión gráfica de la «patrulla condenada» de la primera mitad de los ’90, realizada por Grant Morrison, celebrado guionista de famosos cómics. El show tomó su espíritu irreverente de aquellas historietas complejas pero divertidas, con argumentos absurdos y agradables. En la primera temporada de 15 episodios, fue central el humor negro y su estética surrealista. Desde un ojo en el cielo que devora todo lo creado a un orgasmo colectivo o una rata que busca venganza por la muerte de su progenitora y un portal escatológico, la acción se mezcla con comedia audaz, desvergonzada e incluso políticamente incorrecta, se llevan al extremo todas las convenciones ficcionales, por eso resulta fresca y singular.

Por supuesto, sus protagonistas no son menos bizarros que las aventuras en las que incursionan descubriendo su propia identidad y salvando al mundo sin querer, al tiempo que la misma serie se va definiendo y riéndose de sí misma. El Jefe Niles Caulder, interpretado por Timothy Dalton (007: License to Kill) reúne a un grupo de individuos peculiares, marginados de la sociedad, antihéroes con culpas y defectos que apenas están aprendiendo a manejar sus habilidades. Cliff Steele es un ex piloto de Fórmula 1 de los años ’80 que, tras un accidente, es convertido en Robotman para poder salvarlo, con una muy buena reaparición de Brendan Fraser (The Mummy) que se convierte en el corazón del grupo a pesar de ser un hombre de hojalata con un pasado humano cuestionable. Rita Farr (April Bowlby, Drop Dead Diva) es una vanidosa actriz de la época dorada de Hollywood que, por una afección en su piel, se volverá Elasti-Girl. Matt Bomer (A Normal Heart, The Sinner) encarna a Larry Trainor, un ex aviador con doble vida que, tras un accidente espacial, comparte cuerpo con una entidad energética y misteriosamente poderosa.

Se destacan Alan Tudyk (A Knight’s Tale) como Mr Nobody, quien hace gala de sus dotes cómicos dando forma a un villano desquiciado que juega con la realidad y la cabeza de estos personajes, rompiendo la cuarta pared de forma paródica y novedosa. También hay que destacar a Crazy Jane, una atormentada joven con múltiples personalidades, cada una de ellas con sus propios súperpoderes e inestabilidades, gran interpretación de Diane Guerrero (Orange is the New Black) que se toma muy en serio el rol de desequilibrada mental y, a pesar de los chistes, es muy creíble en sus momentos de trastorno, tan tierna como perturbadora. Mención especial para el noveno capítulo, «Jane Patrol», que se centra en los laberintos mentales y las múltiples voces que conviven en la cabeza de este personaje: fuerte, emotivo, delirante y sorpresivo, una síntesis de lo que es el resto de la serie.

A estos personajes se les suma un joven e inexperto Cyborg (Joivan Wade, The First Purge), integrante tanto de la célebre Liga de la Justicia como de esta patrulla. Porque fiel a este tipo de producciones, sobran en la serie referencias a otros cómics y a la cultura pop en general. De hecho, la primera aparición de este grupo fue en el quinto capítulo de la serie Titans -también perteneciente a DC Universe y actualmente distribuida por Netflix-. Otro aspecto positivo y actual es la inclusión, sello también característico de Berlanti. Además de sus protagonistas marginados, señalados como anormales, tenemos las historias individuales de personajes como Negative Man / Larry Trainor o la participación de Danny the Street, uno también proveniente de los cómics que es una calle queer con habitantes de distintos géneros y que se comunica a través de carteles o luces de neón. Y así, las aventuras son aún más inverosímiles e inesperadas y, aunque contiene momentos emotivos o reflexivos, se caracteriza por la comedia absurda y descarada. El tono es violento y el lenguaje original bastante soez, manteniendo un estilo insolente que podemos identificar desde Deadpool y que DC mantuvo en la serie animada de Harley Quinn, sin sobreexplotar estos recursos ni volverse morbosa o grotesca.

Puede que al ser novedosa y diferente, aleje un poco al público acartonado que no vislumbre un horizonte claro de estos personajes, que parecen ser más fracasados que heroicos. Pero a lo largo de los 15 capítulos ese viaje errático, por momentos lisérgico, va armando su propio estilo, definiendo una fresca y delirante identidad. Si abrimos la cabeza, se puede disfrutar y reír y seguramente esperemos ansiosos la segunda temporada que estrena el próximo 25 de junio, por las plataformas de DC Universe y HBO Max -si, lamentablemente estos servicios solo están disponibles en Estados Unidos y HBO recién estrenaría su plataforma de streaming en América Latina en 2021-. Los adelantos prometen un nuevo villano y la adición de un personaje clave: Dorothy Caulder, remitiéndonos incluso desde sus afiches a la historia del Mago de Oz. Deseamos fervientemente que mantengan la frescura, originalidad y las extremas ocurrencias que divirtieron en su aplaudida primera temporada.

Javier Houriet

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