Ya está disponible la tercera temporada de la serie que reimagina las aventuras de la bruja adolescente.
Netflix estrenó la tercera parte de las escalofriantes aventuras de Sabrina, que ya dejó asentado que no es la Sabrina Spellman de la comedia de los ’90 aunque todavía hay quienes se preguntan de dónde salió esta versión. La serie está basada en la novela gráfica homónima de Roberto Aguirre-Sacasa y Robert Hack para Archie Comics, y explora una parte más oscura de la historia de «la bruja adolescente».
Pero antes de meternos de lleno en lo que es esta tercera parte, hagamos un rápido repaso por las dos anteriores -con spoilers-:
En la primera, se nos presenta a Sabrina y sus dos mundos. Es una adolescente que vive con sus tías Hilda y Zelda, así como con su primo Ambrose.
Nuestra protagonista está a punto de cumplir los 16 años y es mitad bruja, mitad mortal. Aquello la condiciona al momento del festejo de los dulces dieciséis ya que, históricamente a esta edad, los miembros del aquelarre firman su nombre en el Libro de la Bestia -un escrito gigante y antiguo, en el que se firma con sangre- para poder acceder por completo a sus poderes. El tema es que, para esto, tiene que renunciar a su vida como mortal y con ello a sus amigos y novio. A Sabrina esta idea no le gusta nada, con lo que arranca un tire y afloje entre ella y el Señor Oscuro/Satán para que estampe su nombre. Un plan en el que Madam Satan/Lilith lo «ayuda» y comienza a ponerle «pruebas» que va a ir completando sin saberlo, para finalizar con la invocación de las 13 brujas de Greendale, que odian al pueblo que las quemó hace ya tantos años. A todo esto, los amigos y novio mortales de la bruja se enteran de su verdadera naturaleza y no están del todo convencidos pero lo aceptan, aunque Harvey y ella terminan su relación.
Finalmente, Madam Satan convence a Sabrina de firmar su nombre con el fin de terminar con la furia que las 13 brujas estaban desatando.
En la segunda parte, Sabrina decide dejar de asistir a ambas escuelas -mortal y de magia- para dedicarse de tiempo completo a ser una bruja. El Señor Oscuro comienza a demandar cosas de ella así que esta se cansa y vuelve a tomar clases y a dividir su tiempo -algo así como un 50% mundo mortal, 50% mundo de brujos-, en tanto que comienza a salir con Nick Scratch, a la vez que el sumo sacerdote de la Iglesia de la Noche le pide matrimonio a Zelda.
A todo esto, aparece un grupo de cazadores de brujas que atacan la Academia y fuerzan a Sabrina a utilizar sus nuevos poderes y nos enteramos de que todo era para cumplir una profecía -de la cual ella no estaba al tanto-, en la que básicamente Sabrina es la causante del apocalipsis y también -como si fuera poco- la heredera del infierno. Lucifer toma forma humana para hacerle frente a la joven bruja y decirle que es su padre, y en base a eso tienen que llevar adelante la administración del infierno -como una especie de empresa familiar-. Sabrina no está feliz con esto y trata de atraparlo en una prisión mágica, el Aquerón, pero falla. Así que Nick se sacrifica y lo atrapa en su propio cuerpo. El infierno queda entonces en manos de Lilith/Madam Satan, que se lleva el cuerpo de Nick hasta que encuentren una forma de separarlos, mientras que la Iglesia de la Noche/Iglesia de Judas -estaba al mando del Padre Blackwood- pasa al control de Zelda.
Todo eso en dos temporadas de 10 y 9 episodios, más un especial de navidad titulado Cuento de Solsticio de Invierno.
Ahora sí, la tercera parte: Con la Academia en ruinas, el Señor Oscuro atrapado, Lilith a cargo del infierno y Blackwood en fuga, tenemos unos cuantos problemas por resolver y tengo que decir que esta temporada se encarga a la perfección de ello, a la vez que nos presenta a una nueva amenaza -porque las que teníamos no eran suficientes- con la llegada de una sospechosa feria a la ciudad como consecuencia del desequilibrio cósmico que Sabrina causó con todos los eventos de la segunda temporada, y los que sigue provocando en esta.
Sabrina todavía es la protagonista, pero esta temporada nos muestra el viaje de cada personaje en su propia aventura, que tendrán un punto de fusión y todas son funcionales a la historia completa: el fin del mundo como lo conocen… otra vez.
Así que, separemos estas aventuras: Zelda y Hilda deciden poner los pies sobre tierra firme y reabrir la Academia, pero no están a gusto con seguir rezándole a Satán, quien quiso esclavizar a todas las brujas en la temporada anterior, así que toman el riesgo de darle sus plegarias a quien de momento se encuentra a cargo del infierno, por más que no se lleven del todo bien: Lilith -la cual se regocija al oír su nombre-.
Ambrose y Prudence están en una cruzada por el mundo en busca de Blackwood, que curiosamente siempre está un paso delante de ellos y en busca de los viejos dioses.
Harvey, Theo y Roz tienen una banda de garage, y Sabrina los interrumpe casi todas las veces que van a ensayar algo. Roz y Harvey siguen juntos y ella ahora forma parte del equipo de porristas de Baxter, actividad para la cual convence a Sabrina de sumarse.
Y por último, Sabrina, «porrista de día, reina del infierno de noche», que tiene que enfrentarse a su adolescencia y destino para poder salvar la vida de Nick, que como recordamos tiene atrapado a Satán en su cuerpo. Encuentra una forma que, obviamente, involucra reclamar el trono del infierno. Pero no todos están de acuerdo con esto y así se nos presentará a su gran oponente -aunque no el verdadero villano de la temporada- en Caliban, el príncipe del infierno que está hecho de arcilla -vibras del mito de Prometeo- y que la desafía por el trono.
La nueva entrega está llena de planos oscuros y una fotografía que deleita la vista, suma algunos efectos visuales a los que antes no se habían atrevido del todo y esperemos que no envejezcan mal.
Un punto que enriquece muchísimo la historia: tiene referencias a otras religiones, mitos, criaturas mágicas y a obras literarias, algo que ya se había visto en la temporada anterior -o en la primera, cuando nos presentaron a Dorian Gray- pero esta vez son esenciales para la historia. Tendremos el elemento amoroso, claro, pero les digo que se preparen para todo: desde alegrías hasta tristezas, aunque también sorpresas… y sí, hay referencias a Riverdale de The CW.
Repleta de lo que apostamos a que Chilling Adventures of Sabrina puede darnos, desde el primer episodio hasta que termina la temporada, la amenaza nunca es una sola y acompañamos al aquelarre de Sabrina -tanto al mortal como al mágico- en un camino de sangre y música -porque esta es una temporada muy musical- que nos dejará con un desenlace abierto y listos para pedir una cuarta tanda de capítulos.
En lo personal, tengo que decir que la tercera no defrauda para nada y los 8 episodios fueron funcionales, ninguno se sintió de relleno. Aunque es un poco más débil que la segunda parte, la historia sigue siendo tan cautivadora como encantadora.
[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]
Lo nuevo de Michael Mann retrata al creador de la mítica escudería.
Paul Giamatti protagoniza una de las serias candidatas al Oscar.
Sydney Sweeney y Glen Powell se juntan para intentar revivir las comedias románticas.
Hollywood se prepara para celebrar a lo mejor del año pasado.