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Fue en 1998 cuando Disney sumó a su repertorio el musical de la heroína de China. Una película que no solo fue un éxito comercial y crítico, sino también se grabó en nuestros corazones como un clásico de la animación. Más de 20 años después, volverá a la pantalla grande de la mano de Mulan, la versión live-action de la princesa heroína. Un proyecto que tardó varios años en ver la luz; y que está a cargo de Niki Caro (North Country, The Zookeper’s Wife), convirtiéndose en la segunda película de la compañía con una directora mujer que tiene un presupuesto por arriba de los 100 millones de dólares.

El pasado domingo 7 de julio, Disney reveló el primer avance de esta nueva producción, uno que en sus primeras 24 horas tuvo 175 millones de reproducciones -52 de los cuales provinieron del Gigante Asiático- que lo convirtieron en el séptimo más visto en su lanzamiento, después de otros títulos como Avengers: Endgame, Avengers: Infinity War, Lion King, IT o The Fate of The Furious. Junto al adelanto llegó un póster oficial, el cual fue seguido de 14 imágenes en alta definición, en las que podemos apreciar parte del trabajo artístico de la película. A continuación, analizaremos dichas imágenes para entender mejor lo que nos espera.

Las primeras fotos son de la actriz Liu Yifei encarnando a la joven guerrera en dos posturas: como una hija obediente, siguiendo las tradiciones de la familia; como hábil guerrera, atizando un arco, preparándose para la aventura. Un vívido contraste que verdaderamente nos transporta a la película original.

Luego nos conducen a una escena familiar: la escuela de la casamentera. Callada, centrada, elegante, disciplinada, son las palabras que vienen a nuestra mente al ver la recreación de una tradición.

Continuamos con la habilidad de la guerrera con la espada, resultado de un arduo entrenamiento. Sigue una presentación de los adversarios. El negro característico del enemigo. La agilidad de una guerrera. La escenografía luce excepcional. Matices con suficiente luz para ilustrar la batalla.

Nos trasladamos a la acción. La guerra en su esplendor, el ejército enemigo demostrando su poder.

Continuamos con lo que parece ser una recreación de la avalancha. Aquella tormenta que en el clásico original acabó con la mayor parte del ejército Huno. Soldados con armaduras huyendo del frío de la montaña. Casi podemos escuchar el viento. Todo es cada vez más grande, más definido. No tenemos indicio de nuestros héroes.

El enfrentamiento. El bien contra el mal. No existe un orden, pero tratamos de adivinar cuáles imágenes preceden a otras.

Luego nos encontramos con una de las más memorables del adelanto. El icónico entrenamiento del ejército chino. Se puede imaginar el movimiento: los golpes y las patadas. Incluso las tiendas del regimiento resultan familiares.

Casi para finalizar, una foto de meditación. La protagonista entrenará no solo su cuerpo, sino también su mente. Debe convertirse en un guerrero. De nuevo, una de las palabras de la casamentera: equilibrada, como mujer, como hombre.

La última imagen corresponde a una perfecta representación de la cultura china; colores vivos y una escenografía magistral. Aunque ciertamente no podemos evitar notar el cambio de estética al que Disney nos tiene acostumbrados. Una atmósfera de fantasía por una más real.

No tenemos indicios sobre si Mushú o Cri-Kee aparecerán en el film, o de qué forma lo harán; pero de lo que sí podemos estar seguros es que la apuesta está hecha y los fanáticos no podríamos estar más emocionados por ver el producto final. Mulan se estrena el 27 de marzo de 2020.