CINESCONDITE

«La música debe suplantar lo que los actores no alcanzan a decir, puede dar a entender sus sentimientos, y debe aportar lo que las palabras no son capaces de expresar»

Esta frase del genial Bernard Herrmann (Citizen Kane, Taxi Driver), el compositor ganador del Oscar, ejemplifica de maravillas lo que la música ha conseguido para el cine desde sus inicios. Desde los tiempos del cine mudo la música fue un medio para acentuar los momentos de tensión, alegría, acción o duda, prescindiendo totalmente de las palabras, algo que se sostiene hasta el día de hoy, en que una canción prestada puede ser usada para dar el marco perfecto al baile de un payaso psicótico, en unas escalinatas de Brooklyn.

Maravillosos compositores nos han emocionado y conmovido con sus obras a lo largo de la historia del cine. Ennio Morricone, John Williams, James Horner, Hans Zimmer y un largo etcétera han sabido complementar a la perfección las historias que el director quería contar. Muchas son icónicas y se convirtieron en sí mismas en protagonistas del film, a tal punto de que es imposible siquiera pensar en clásicos como The Good, the Bad and the Ugly, The Mission, Star Wars, Superman, Braveheart, Titanic, The Lion King o Gladiator sin sus respectivas bandas sonoras.

Pero claro que el cine también se ha nutrido de canciones interpretadas por los más variados artistas de los cuatro rincones del mundo. Ya sea que hayan sido compuestas especialmente para una película o el director haya decidido tomarlas prestadas para dar más fuerza a una determinada escena, son las que continúan en nuestra mente al salir de la sala y que, con el paso del tiempo, nos recuerdan esas imágenes inolvidables una y otra vez, trascendiendo en algunos casos la propia película de la que forman parte.

Es por eso que nos tomamos un momento para repasar esas canciones ganadoras del Oscar a la Mejor Canción original de esta década, y encendemos la polémica de si fueron justas ganadoras o si la Academia debió haber premiado a otra.

 
2010 – «The Weary Kind», del film Crazy Heart

Sus principales rivales ese año eran dos canciones de la misma película, The Princess and the Frog de Disney, pero la balada country del film protagonizado por Jeff Bridges, de tinte netamente melancólico, convenció a los miembros de la Academia.

2011 – «We Belong Together», de Toy Story 3

Randy Newman tendría su revancha del Oscar perdido el año anterior y sumaría su segundo Oscar -y 20 nominaciones- por este clásico eterno que ilustra a la perfección la relación de Andy y sus juguetes. En el camino quedaría otra canción Disney, compuesta por Alan Menken para Tangled.

2012 – «Man or Muppet», de The Muppets

Un año raro fue el 2011. Solo hubieron dos canciones nominadas, esta y «Real in Rio» de Carlinhos Brown, para la película animada Rio. Ese mismo año la ganadora a mejor película fue The Artist… un film mudo en blanco y negro, y el mejor actor fue un francés desconocido para las grandes masas. Y después se preguntan porque los ratings bajan y bajan… Eso sí, la canción de Los Muppets es perfecta.

2013 – «Skyfall», de Skyfall

La canción de la 23º película del agente secreto James Bond traería de nuevo a la ceremonia a una super estrella, intentando quizás recuperar el brillo -y los ratings- de entregas de años anteriores, con Celine Dion o Bruce Springsteen. Básicamente el premio estaba asegurado para Adele desde el minuto uno. No es que iban a dárselo nuevamente a un muñeco como el año anterior («Everybody needs a best friend», de Ted), ni a una canción en hindi («Pi’s lullaby» de Life of Pi) aunque fuera de una belleza sublime, o a la única canción nueva de un musical ambientado en la revolución francesa («Suddenly», de Les Misérables). No, no… este premio era para Adele, y así fue.

2014 – «Let it go», de Frozen

Interpretada en la ceremonia por la mismísima Adele Dazeem– eh, digo, Idina Menzel, la canción del tanque animado de Disney compuesta por los hermanos López se llevó puestos a la mega pegadiza «Happy» de Despicable Me 2, «The Moon Song» de Her, la película protagonizada por el payaso favorito de todos Joaquin Phoenix y el himno pacifista «Ordinary love» de la megabanda irlandesa U2, de un documental sobre Mandela. La canción de Elsa y compañía no la tenía tan sencilla, pero nunca hay que subestimar el poder de Disney.

2015 – «Glory», de Selma

Su mayor adversario ese año era la increíblemente pegadiza «Everything is Awesome» de The LEGO Movie, pero las chances de ganar de la película animada eran prácticamente nulas, ya que la Academia decidió ignorarla por completo en los rubros en los que tenía más que merecido estar nominada -y ganar también-. Por lo tanto, John Legend y el rapero Common se llevaron a casa la estatuilla sin demasiado esfuerzo.

2016 – «Writings on the wall», de Spectre

Interpretada por Sam Smith, la canción tenía como principal adversario a «Til it happens to you», la composición de Dianne Warren y Lady Gaga, que venía cargada de un fuerte mensaje contra el abuso. La Academia decidió quedarse con una fiel representante de lo que una canción para la saga de James Bond debe ser y dejar a Lady Gaga con las manos vacías… al menos por unos años más.

2017 – «City of Stars», de La La Land

El homenaje a Hollywood por Hollywood siempre funciona bien y esta canción, interpretada por los protagonistas Ryan Gosling y Emma Stone, se impuso a dos fuertes contendientes. La super pegadiza «Can’t stop the feeling» de la película Trolls, a cargo del carismático Justin Timberlake, y la apuesta Disney de cada año, con la composición de Lin Manuel Miranda para Moana. Pero no había forma de que La La Land no se llevara esa estatuilla.

2018 – «Remember me», de Coco

Un año muy peleado. Por un lado, el siempre favorito Disney repetía la formula ganadora en Frozen de los hermanos López para su lacrimógena y efectiva Coco. Por otro, una super estrella de la música R&B en Estados Unidos, Mary J. Blige, con su canción  «Mighty river» del film Mudbound, contra el racismo y a favor de dejar de lado las diferencias. Y como si fuera poco, un verdadero himno contra el bullying y a favor de la aceptación de uno mismo, la poderosa «This is me” del musical The Greatest Showman. Pero la Academia fue a lo seguro y decidió repetir premio a los hermanos López y su probada receta.

2019 – «Shallow», de A Star is Born

Y llegó el momento de Lady Gaga, que tuvo que conformarse con el premio consuelo del Oscar a la Mejor Canción, ya que la Academia todavía no estaba preparada para premiarla como actriz por su papel en Nace una estrella. Si bien la canción es lo suficientemente buena como para merecer el premio, lo cierto es que no contaba con gran competencia y era uno de los premios cantados de la que fue la 91º entrega de los Oscar.

La música ayuda a aumentar las emociones, crear una atmósfera, establecer un tono o incluso cambiar la percepción de los espectadores. La música nos transporta, nos une con su lenguaje universal y nos ayuda a recordar momentos inolvidables. Y como la unión del cine y la música no terminará nunca, sólo nos resta esperar y ver que nuevas sensaciones nos esperan en la sala de cine.