También hay novedades del elenco de Kingsman: The Great Game.
20th Century Fox está lista para el desarrollo de Kingsman: The Great Game -una precuela de la saga principal- y Kingsman 3, el cierre a la trilogía de espías británicos. De esta última se rumoreaba que Taron Egerton (Robin Hood) y Colin Firth (The King’s Speech) regresarían al frente del elenco y, con un guion casi terminado, finalizará la historia de sus personajes. Ha sido el mismo Matthew Vaughn (X-Men: First Class), durante una entrevista con Digital Spy, quien lo ha confirmado:
«Tenemos que terminar con la relación de Eggsy y Harry», expresó. «El capítulo final de su relación debe ser contado, es lo que tenemos que hacer; y espero poder filmarlo más adelante este año o al comienzo del próximo. Pero esta precuela de Kingsman se ha retrasado hasta el 14 de febrero para su estreno, y así, tan pronto como termine, esperamos avanzar con ansias… Es gracioso. Como Taron estaba diciendo, está ansioso por convertirse en Eggsy de nuevo, porque emocionalmente es mucho menos agotador«. Se debe aclarar que el realizador únicamente se refiere a la relación entre los dos queridos personajes, con lo que se abren posibilidades de verlos en sus propias películas individuales.
La precuela, por su parte, cuenta con Daniel Bruhl (Inglorious Basterds), Aaron Taylor-Johnson (Kick-Ass), Charles Dance (Game of Thrones), Djimon Hounsou (Aquaman), Gemma Arterton (Quantum of Solace), Tom Hollander (Bohemian Rhapsody), Matthew Goode (The Crown) y Rhys Ifans (The Spectacular Spider-Man). Además, vía Deadline se reportó que Liam Neeson (Taken) y Harris Dickinson (The Darkest Minds) también están a bordo.
La película tomará el tono de un drama de época y seguirá «la historia del mundo desde el punto de vista de la agencia», así como la narración del hombre que se convertiría en un agente Kingsman. Las primeras adaptaciones del cómic de Mark Millar (Old Man Logan, Kick Ass) se han llevado las palmas de gran parte del público gracias a su visión del espía británico, que se aleja -pero no tanto- de la sobria imagen de James Bond, con la inclusión de elementos estrambóticos y que le hacen un enorme diferenciador de otras películas del género.
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