Su reencuentro tras la gran Gladiator.
Hay pocas personas que no vean a un emperador en Joaquin Phoenix (The Master, You Were Never Really Here), el galardonado actor que lleva más de tres productivas décadas llevando a su talento al límite. Y si hay un cineasta que ha aprovechado su imponente personalidad y sus electrizante energía en pantalla, ese es Ridley Scott (Blade Runner), quien en 2000 estrenó la memorable Gladiator. Y ahora, el director tiene otro ambicioso proyecto junto a Phoenix entre manos: una épica sobre la vida de Napoleón Bonaparte titulada Kitbag.
El título de la película viene del dicho «There is a general’s staff hidden in every soldier’s kitbag» -que se traduce a algo como «Hay un personal de general escondido en la mochila de cada soldado». La misma es una mirada original y personal a los orígenes de Napoleón y su rápido y despiadado ascenso al emperador, visto a través del prisma de su adictiva y a menudo volátil relación con su esposa y un amor verdadero, Josephine. La intención de la película es capturar las famosas batallas de Napoleón, su implacable ambición y su asombrosa mente estratégica como un extraordinario líder militar y visionario de la guerra.
Poco obstáculo ha sido la pandemia del Covid-19 para Scott, pues además de estrenar la muy buena Raised by Wolves -de la que dirigió varios episodios-, el cineasta dedicó las semanas pasadas a finalizar el rodaje de The Last Duel, un drama de época protagonizado por Adam Driver (BlacKkKlansman), Jodie Comer (Killing Eve, la próxima Fall Guy) y Matt Damon. Además, arrancará el próximo marzo con el desarrollo de Gucci, película que marca el segundo proyecto de peso en la gran pantalla para Lady Gaga.
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