Aunque la carrera de Joaquin Phoenix (The Master, The Sister Brothers) ha estado más cerca de las pequeñas obras de autor que de la gran maquinaria de Hollywood, el actor es uno al que siempre se le ha considerado para algunas ambiciosas producciones. De hecho, hubo un punto donde tuvo que rechazar ser el Stephen Strange del MCU -un papel que el genial Benedict Cumberbatch (Sherlock) terminó luciendo-, pero lo que pocos saben es que alguna vez fue considerado para encarnar al mismísimo Caballero de la Noche, algo irónico pues no ha pasado ni medio año desde que se llevó la estatuilla de oro por dar vida a su gran archienemigo: el Joker.
Para entrar en contexto, hay que recordar que los comienzos de la década del 2000 eran muy distintos para Phoenix. En ese entonces, el actor venía de una nominación al Oscar por su inmenso trabajo en Gladiator, y su meteórico ascenso en la industria solo lo llevaba de negociación en negociación -no por nada terminó al trabajo con el entonces reputado M. Night Shyamalan (Signs)-. Era justo en ese momento en que Darren Aronofsky (The Wrestler) conoció el éxito gracias a Requiem for a Dream, lo que hizo que su camino convergiera con el de Warner Bros. para comenzar a desarrollar una nueva película de Batman, una que se distanciaría del estilo «camp» de Joel Schumacher (Batman Forever) y la teatralidad de Tim Burton.
El proyecto no es uno tan comentado como la Justice League Mortal de George Miller (Mad Max: Fury Road) o la Superman protagonizada por Nicolas Cage (Mandy), justo por lo que Empire obtuvo una entrevista con Aronofsky para conocer más sobre el mismo y el por qué jamás vio la luz: «El estudio quería a Freddie Prinze Jr y yo quería a Joaquin Phoenix«, comentó el cineasta, que agregó: «Recuerdo haber pensado: ‘Oh, oh, estamos haciendo dos películas diferentes aquí’. Esa es una historia real. Fue un momento diferente. El Batman que escribí fue definitivamente algo diferente de lo que terminaron haciendo«.
Tal era el afán de Aranofsky por buscar un tratamiento más rudo, que para el libreto estuvo en constante comunicación con Frank Miller -no puedes conseguir a alguien más oscuro que al escritor de Sin City-, recordado por su Batman: Year One: «Fue algo increíble porque era un gran admirador del trabajo de novela gráfica [de Miller], así que solo conocerlo fue emocionante en ese entonces«, recordó el director. «El Batman que estaba antes que yo era Batman y Robin, el famoso con los pezones en el traje de murciélago, así que realmente estaba tratando de socavar eso y reinventarlo. Ahí era adonde iba mi cabeza«, concluyó.
Detalles sobre el argumento del film se pueden encontrar en varios rincones de la red, datos que van desde algunos dibujos conceptuales sobre la apariencia del traje del héroe, hasta un guion filtrado que confirma que Aranofsky iba por lo oscuro: Bruce Wayne hubiera sido un vagabundo que negó su fortuna para saber lo que vive la gente de Gotham, Alfred ahora sería un mecánico afroamericano, y James Gordon sería un atormentado policía con tendencias suicidas. ¿Qué opinan? ¿Les hubiera gustado ver esta versión de Batman? No se puede ignorar que, en parte, es gracias a que el proyecto se desplomó el que años después viniera la grandiosa trilogía de Christopher Nolan.
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