Puede que Mad Max: Fury Road haya estado lejos de ser una de las películas más taquilleras de 2015 -aunque se lo merecía de sobra-, pero el incuestionable prestigio que la salvaje persecución salida de la mente de George Miller (Happy Feet) ganó fue, sin duda alguna, lo suficiente como para necesitar más del Guerrero de la Carretera. Sin embargo, los problemas respecto al avance de nuevas entregas para la franquicia de alto octanaje no se hicieron esperar, dejando los anhelados proyectos en un estado tan dudoso como injusto. Pero ahora, el notable cineasta se permitió dar una actualización sobre las mismas en una entrevista a IndieWire.
«Todavía estamos resolviéndolo, tenemos que resolver el problema de Warner, parece ser bastante claro que va a suceder», dijo Miller, y agregó: «El caos se ha estabilizado y se ha vuelto extremadamente positivo, ya que el polvo parece haberse asentado después de la compra de AT&T al estudio». La controversia viene desde el estreno de Fury Road, cuando se reveló que Warner Bros. tenía un adeudo de ganancias (del film) de más de 68 millones de dólares, cantidad que la productora del cineasta australiano jamás recibió, lo que desató así una comentada disputa legal. Pero, como indica el director, la compañía multinacional de comunicaciones y su adquisición de Time Warner en 2018 -por 85 mil millones de dólares- serían clave para la resolución del conflicto.
Antes del estreno de la película protagonizada por Tom Hardy (Inception, Bronson), el mismo Miller y el co-guionista Brendan McCarthy revelaron que habían escrito el material suficiente como para dos entregas más centradas en el insano Max Rockatansky, en tanto que habían contemplado un spin-off sobre Furiosa, el excelente personaje al que una insuperable Charlize Theron (Long Shot, Atomic Blonde) dio vida. Así pues, estos planes seguirían en marcha y serían lo próximo del realizador, quien ahora está abocado a su prometedora película romántica, la cual será protagonizada por Tilda Swinton (Suspiria) e Idris Elba (Pacific Rim).