El estreno de El robo del siglo, la película argentina dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Guillermo Francella y Diego Peretti, pone en el centro de atención un género que aparentemente nunca pasa de moda.
¿Qué lleva a los espectadores a ser fieles seguidores de este tipo de films, donde los ladrones son apreciados e incluso venerados? ¿Por qué se desea su éxito en detrimento del accionar policial? Desfachatez, simpatía, picardía e inteligencia son algunas de las cualidades con las que cuentan estos admirados protagonistas, en oposición a un representante de la ley que suele ser renegado, amargado, lento y perezoso.
La exitosa serie española La Casa de Papel -ahora producida por Netflix– es uno de los últimos grandes sucesos donde el espectador está a la espera de que triunfen los famosos atracadores que llevan la máscara del artista Salvador Dalí.
Por su parte, la cantante y actriz Jennifer López produjo y protagonizó Hustlers (Estafadoras de Wall Street, 2019), una película donde un grupo de strippers afectadas por la recesión económica se encargaban de utilizar las tarjetas de crédito de los trabajadores de la Bolsa estadounidense, luego de haberlos drogado, para incrementar sus ingresos.
Retrocediendo en el tiempo fue Al Pacino en Dog Day Afternoon (Tarde de Perros, 1975), película basada en hechos reales, quien representó a un delincuente que es arengado por los curiosos que se fueron acercando al banco. En el desenlace de los hechos, la película muestra al espectador quién es el verdadero villano en dicha situación.
Yendo a lo netamente ficticio, en 2006 se estrenó Inside Man (El Plan Perfecto), con Denzel Washington como un policía continuamente detrás del ladrón interpretado por Clive Owen, quien es caracterizado como una mente maestra y su plan también sirvió de inspiración para las máscaras de Dalí en el show español. Casualmente, Winograd trabajó como pasante en dicha película de Spike Lee. Y para cerrar el círculo, Fernando Araujo, el cráneo del robo al Banco Río, encontró parecidos entre su golpe y La Casa de Papel, al punto de que se hablaba de un posible juicio a la producción.
En Argentina, El Robo del Siglo combina el elemento real y el ficticio. Detrás del robo ocurrido el 13 de enero de 2006 se han gestado enormes mitos acerca de la conformación del plan, del escape y de la persona que brindó información para que los culpables sean detenidos. Tema aparte es lo sucedido con el dinero, cerca de 17 millones de dólares que no han sido encontrados.
Uno de los principales autores y la cara más reconocido del robo es Luis Vitette Sellanes, radicado en Uruguay y con prohibición de ingresar a Argentina. Tiene una joyería y en su perfil de Twitter -que tiene cerca de 20 mil seguidores-, asegura que las bondades y maldades que se le adjudican no son tantas.
Pero pasan los años y aquello que se dice, escribe y filma no tiene freno. Es tanto y es incontrolable porque siempre habrá un espectador dispuesto a consumir una historia donde los malos puedan salirse con la suya, al menos dentro de una película.
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