A casi 25 años de su última colaboración, los dos vuelven a reunirse.
Un icono del cine, Robert De Niro es uno de los actores más célebres de la historia. Su versatilidad y su capacidad para dotar de emoción a personajes violentos y complejos lo han consagrado como uno de los grandes de todos los tiempos.
Comenzó su carrera en la industria a los 20 años de edad y a las órdenes de Brian De Palma (The Untouchables), con quien entablaría una gran amistad. Y sería este quien lo presentaría a Martin Scorsese, con quien De Niro comenzaría una extraordinaria relación de gran química laboral, lo que daría pie a una prolífica colaboración entre actor y director que es de las más trascendentales del séptimo arte.
Y de cara al estreno de The Irishman, el título que los reúne tras casi un cuarto de siglo, haremos un repaso por todas las películas donde estos extraordinarios artistas coincidieron.
Mean Streets (1973)
Fue la primera producción en la cual trabajaron juntos, en el año 1973, escrita y dirigida por el arriba mencionado. Vemos a un joven De Niro ponerse en el rol de gangster por primera vez, faceta que se haría característica esencial en él, una que siempre lograría a la perfección. De hecho, ese papel sería la razón por la que Francis Ford Coppola lo convocó para The Godfather: Part II, por la que el actor se llevaría su primer Premio de la Academia.
Mean Streets transcurre en los años ’70 en Nueva York, específicamente en el barrio Little Italy. Charlie (Harvey Keitel), un joven mafioso italoamericano, trata de ayudar a su irresponsable amigo Johnny Boy (De Niro) a pagar sus deudas pendientes. El primero es un hombre de fe -una de las obsesiones del cineasta- que se ve en una encrucijada entre su religión y su trabajo ilegal, con lo que el interés por tratar de cuidar a su amigo, cada vez más necio, temperamental y descuidado con sus acreedores, es vista como una oportunidad de redimirse.
Taxi Driver (1976)
Con un guion sólido y retorcido, una fotografía extraordinaria, una de las escenas improvisadas más recordadas de la historia y rompiendo con los paradigmas del momento es que irrumpió Taxi Driver. La segunda colaboración entre ambos es por muchos considerada su obra cumbre, históricamente catalogada como una de las mejores películas de todos los tiempos.
Cuenta la historia de Travis Bickle, un ex marine, deprimido y solitario, solo acompañado de un diario en el cual escribe habitualmente y con un estrés post-traumático que le impide dormir. Por esa razón, decide trabajar de noche en un taxi. Circulando por las calles de Nueva York en plena década del ’70, tiene únicamente dos placeres, los cines de películas para adultos y la hermosa Betsy (Cybill Shepherd). Abrumado por todo lo que descubre noche tras noche en su taxi, decide imponer sus propios métodos para obtener lo que tanto está buscando…
Con casi dos horas de puro goce cinematográfico y mostrándonos justo lo que necesitamos ver para comprender qué le pasa por la cabeza a Travis, realmente se trata de una obra de arte, una que amalgama a la perfección el talento detrás de cámaras de uno y frente a ellas del otro.
New York, New York (1977)
Cómo no reconocer la canción homónima, originalmente cantada por Liza Minnelli y desde entonces más asociada a Frank Sinatra. Quizás menos saben que el clásico, escuchado en un sinfín de producciones, se compuso especialmente para este film.
El único musical que tenemos en el repaso, es acerca de la relación entre el carismático ex marine y saxofonista Jimmy Doyle (De Niro), y la joven y prometedora cantante Francine Evans (Minnelli); los cuales se conocen inmediatamente terminada la guerra. Desde ese momento vemos a Jimmy tratar de llamar la atención de la dama de cualquier manera… envueltos en una tormentosa relación que deberán adaptar a su pasión por la música.
Si bien no fue muy bien recibida por la crítica especializada -ni el público, dado que fue un fracaso que arrastró a Scorsese al infierno-, lo que sí se destaca a través de los años es la extraordinaria banda sonora, cuya canción alcanzó una enorme fama mundial cuando fue reversionada por La Voz.
Raging Bull (1981)
Otro peso pesado en la historia del cine… y esta vez fue De Niro quien tuvo que convencer a todo el equipo para que se lleve a cabo esta película, hasta al mismísimo Scorsese, que combatía con demonios personales. Una vez que leyó la autobiografía de Jake LaMotta, el actor vio el inmenso potencial que tenía para ser llevada a la pantalla grande. Tanto es así, y gracias a la intensa preparación que tuvo para dar vida al papel, que le valió el Premio Oscar a Mejor Actor.
El film trata sobre la vida de Jake LaMotta en la década del ’40, y cómo se abre camino en el problemático mundo del boxeo. Vemos la tormentosa relación que tiene con su hermano y manager Joey LaMotta (Joe Pesci), quien es el encargado de tratar de controlar los exabruptos del otro, así como una cruda representación de la violencia doméstica que sufre su mujer Vickie.
Filmada en blanco y negro, y con una fotografía extraordinaria, tenemos planos tan cerrados que prácticamente sentimos que estamos dentro del cuadrilátero. Otra vez esta dupla de artistas entregará una producción que se encuentra, sin dudas, entre las mejores de todos los tiempos, con un De Niro impecable y completamente comprometido con el personaje.
The King of Comedy (1983)
Una de las películas menos conocida de la dupla, pasó desapercibida por la audiencia pero, a su vez, fue muy bien recibida por la crítica. Es una comedia de humor negro, que mantiene algunas de las inquietudes que Scorsese trató a lo largo de su carrera.
De Niro interpreta a Rupert Pupkin, un aspirante a comediante de muy poca monta, pero con ansias de alcanzar el éxito a toda costa. Su ídolo es Jerry Langford (Jerry Lewis) el presentador de un famoso show televisivo en el cual Pupkin estaría más que encantado de demostrar sus (cuestionables) dotes humorísticas. Realmente Pupkin vive en su propia realidad patética y que solo él entiende, donde hará hasta lo impensado para lograr su cometido.
Sin dudas esta película divide a la crítica: están los que afirman que es uno de los mejores trabajos de Scorsese, al igual que la actuación de De Niro, y del otro lado los que opinan que no hay nada en el film para destacar. Lo que vale la pena mencionar es que, en una década difícil para el cine, Scorsese apostó por un producto anticomercial y temáticamente muy complejo, dejando de lado las tendencias que surgían por aquel entonces.
Goodfellas (1990)
Se centra en la vida de Henry Hill (Ray Liotta), quien desde su infancia ha querido formar parte del mundo de la mafia, con admiración y respeto por sus modelos a seguir: Jimmy «The Gent» Conway (De Niro) y Tommy DeVito (Pesci).
Scorsese quería que su regreso al cine gangster fuera a lo grande, y vaya si lo logró. Basándose en el libro «Wiseguy» de Nicholas Pileggi nos entrega esta obra de arte… Goodfellas es de las mejores películas de toda la filmografía del realizador, una auténtica montaña rusa donde el trabajo de dirección es exquisito, con recurrentes freeze frames que dan noción exacta de lo que Scorsese nos quiere mostrar en cada escena con respecto a la vida del personaje. Marcando el rumbo en lo que ahora es tendencia, de darle a los malos los roles protagónicos, es inevitable para la audiencia no sentir empatía por ellos, especialmente gracias a las memorables interpretaciones.
Cape Fear (1991)
Es una remake del film homónimo de 1962, que toma como base la novela de 1957.
Una oscura y cruda película de suspenso, dueña de una gran violencia física y psicológica. Tenemos a un De Niro fenomenal en la piel de Max Cady, un joven analfabeto acusado de abuso que es defendido por el abogado Sam Bowden (Nick Nolte). Este, horrorizado por las acusaciones, ocultó pruebas de vital importancia para la defensa, motivo por el cual su representado es declarado culpable. Años después, y tras instruirse en materia de derecho, este sale en libertad y con un único objetivo: hacer de la vida de Bowden un calvario.
Cape Fear marcó otro éxito de crítica y audiencia en la filmografía del cineasta, un thriller salvaje con un De Niro atemorizador, cuyo rol le valió su última nominación al Premio de la Academia como mejor actor principal.
Casino (1995)
Nuevamente Scorsese toma como referencia un libro de Nicholas Pileggi, para volver al drama criminal que tanto conoce. Esta vez De Niro interpreta a Sam «Ace» Rothstein, un jugador experto en apuestas, al cual la mafia ubica como encargado de uno de sus casinos en Las Vegas -una fachada-, donde conoce a la hermosa estafadora Ginger McKenna (Sharon Stone), con la cual luego contrae matrimonio. Sam hace un trabajo tan bueno que «los jefes» envían a Nicholas «Nicky» Santoro (Pesci) para que le cuide la espalda, pero su comportamiento inestable complica todo.
Casino es un thriller sobre Las Vegas, un perfecto panorama de cómo la ciudad del pecado era controlada por la mafia, y un ejemplo inmejorable de cómo a Scorsese le gusta narrar sobre su país. Con una puesta en escena justa y un montaje de imagen y música magníficos, este film se vuelve una ópera contemporánea; con un De Niro en un personaje que le sienta a la perfección. Excesiva y ambiciosa, es una verdadera pieza de arte.
Varias obras maestras entre estas ocho películas juntos, lo que consolida un cuerpo de trabajo notable de parte de uno de los dúos que dio forma a lo que conocemos hoy por el cine. En camino está The Irishman, film de proporciones épicas que los reúne tras casi 25 años, mientras que ya hay planes para encarar un décimo trabajo juntos, Killers of the Flower Moon. Y este podría ser el que junte a los dos con el tercero en discordia, Leonardo DiCaprio, quien se convirtió en el actor fetiche de Scorsese en estas últimas dos décadas.
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