Las preparaciones para una boda ya son lo suficiente estresantes. Consigue a dos padres que no pueden ser más diferentes para pasar la semana juntos con sus familias, a la espera del casamiento de sus hijos, y es tensión lista para explotar en siete días de hilarante locura.
Luego de que hace casi exactamente un año Adam Sandler fuera parte de The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach -película dramedy que compitió en Cannes y tuvo mucha crítica positiva-, este actor tan querido como odiado por el público cinéfilo vuelve a la plataforma de streaming con la comedia The Week Of. Una cinta con un reparto que, además de tenerlo como protagonista, también cuenta con Chis Rock, Rachel Dratch y Steve Buscemi, entre otros.
Esta busca ser una comedia con ciertos toques de drama, principalmente en lo sentimental que le pasa su protagonista Kenny (Sandler), un padre de clase media-baja cuyo único objetivo es brindarle a su hija Sarah (Allison Strong) una fiesta de casamiento por sí mismo y sin ayuda económica del padre del novio, Kirby (Chris Rock), un cirujano importante y millonario. El problema es que la película no termina por confluir esto, y resulta en algo que no es ni una cosa ni la otra. El humor aparece muchas veces desde la incomodidad y las escenas de malentendidos al momento de cruzar a estas familias -de clase blanca y negra americana-, entrelazando algunos clichés en los roles de cada familiar y su manera de actuar. Parece una historia lineal, con ciertas partes graciosas y poca emotividad. Esto se hace visible hasta en la manera de filmarse, donde ocurre lo mismo: un escape al estilo fílmico de una comedia, pero que tampoco termina por definir algo y no llega a mucho.
Si bien tenemos al personaje de Sandler como la mayoría de las veces suele ser -por alguna razón siempre gritando y construyéndose desde la incomodidad cotidiana-, creo que el que marca la diferencia es Chris Rock. Más allá de que su rol es secundario, se lleva las mejores partes de humor. Sin embargo, los personajes terminan quedando en la superficialidad, sin terminar de conocer a todos ni quedar diferenciados. Otro claro ejemplo es cómo un actor discutible pero tan característico como Steve Buscemi acaba por tener un papel muy insignificante y, más que gracioso, termina por volverse hasta innecesario.
Es así entonces que The Week Of resulta una película prescindible, donde tanto la historia como sus personajes siguen una línea neutra que no le permite ser del todo cómica ni tener algo de dramatismo. Se puede reír y pasar un rato de ocio con ella, pero es otra película para poner en la lista de decepciones con Adam Sandler.
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