Daniel Bae, romántico, a punto de partir hacia la universidad, y Natasha Kingsley, pragmática, nacida en Jamaica, se conocen y se enamoran en un día mágico en medio del fervor y el ajetreo de Nueva York.
Una fanática de la ciencia que no cree en nada que no pueda ser comprobado empíricamente y que está a punto de ser deportada, un aspirante a poeta que debe cumplir con un mandato familiar y resignar a su sueño; un amor contra toda posibilidad. The Sun Is Also A Star es una nueva película romántica para el público joven adulto, que usa todos los recursos que el espectador ya conoce pero cambiando un par de detalles de la trama.
Natasha Kingsley (Yara Shahidi) nació en Jamaica pero hace nueve años vive en Nueva York. Ama esa ciudad y no puede imaginar su vida en otro lugar, pero su familia está siendo deportada y deben abandonar el país al otro día. Daniel Bae (Charles Melton) es primera generación de coreano-estadounidenses y debe cumplir con el mandato familiar aunque eso suponga renunciar a lo que desea. Ellos se cruzarán en un día decisivo en el que ella debe hablar con un abogado para que revierta su situación y él tiene una entrevista universitaria que podría decidir su futuro.
La película se construye sobre todos los clichés ya conocidos del género. Aunque cambien los personajes, las locaciones y la historia, el espectador siente que ya la vio. Tiene pequeños momentos en los que la química de los protagonistas hace más llevadera la historia y sabe cómo tocar una fibra sensible y romántica, pero eso no la salva de ser un film intrascendente. Dirigida por Ry Russo-Young y basada en el best-seller de Nicola Yoon, los personajes son una pila de lugares comunes: un joven romántico luchando contra un designio familiar, que intenta enamorar a una escéptica que no cree en el amor.
Una de las cosas que se pueden destacar es la representación y el hecho de que al fin se puede ver diversidad en este tipo de historias. Utiliza la coyuntura social y política de Estados Unidos para contar un romance adolescente y, si bien tiene bellos momentos, el resultado final es flojo porque no muestra nada diferente.
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