Critica de The Nutcracker and The Four Realms

Todo lo que Clara desea es una llave, una que destrabará una caja que contiene un preciado regalo de su fallecida madre. Un hilo dorado la conduce hacia su codiciada llave, que pronto desaparece hacia un extraño y misterioso mundo paralelo.

The Nutcracker And The Four Realms

Una historia que sabemos de memoria, esa que vemos todas las fiestas. La niña que se adentra en ese mundo de sueños, enfrenta todo tipo de desafíos acompañada por un soldado cascanueces y un ratón. Disney realizó una nueva adaptación del clásico de E.T.A. Hoffmann, protagonizado por Keira Knightley y Mackenzie Foy. El resultado es The Nutcracker and The Four Realms, una versión del cuento edulcorada y para una franja etaria muy específica.

Lasse Hallström (The Cider House Rules, What’s Eating Gilbert Grape) y Joe Johnston (Captain America: The First Avenger) comparten el rol de realizadores. Entregan una pieza que, por fuera, es bella. La película resalta por las áreas técnicas: una dirección de arte cuidadísima y hermosa de ver, con vestuarios y maquillaje que acompañan toda esa puesta. Pero no tiene mucho más que ofrecer.

Clara (Foy) es una niña muy ingeniosa e inteligente que vive con su padre (Matthew Macfadyen) y sus dos hermanos. No sabe muy bien dónde encaja, cuál es su rol en su familia y en su propio futuro. En Nochebuena los tres hermanos reciben regalos de su madre, quien murió un tiempo atrás. Pero ella se confunde con el suyo, una especie de huevo que no se abre, con una cerradura especial que no puede ser forzada. Pero el presente tiene una pista, una inicial que revela al inventor: Drosselmeyer (Morgan Freeman), su padrino y quien organiza la fiesta a la que irán esa noche. Pero no sólo ellos, todas las familias importantes de Londres asisten al evento y ansían participar de la famosa búsqueda de regalos, pero la de Clara la llevará a un mundo maravilloso.

The Nutcracker And The Four Realms

Al llegar a este lugar se encontrará con el Cascanueces (Jayden Fowora-Knight), el hada Sugarplum (Knightley), los reyes del reino de las flores y de la nieve (Eugenio Derbez y Richard E. Grant) y la villana, Mother Ginger (Helen Mirren). En su aventura por los Cuatro Reinos deberá enfrentar sus temores y encontrar su destino. O por lo menos esa es la intención del guion, pero la trama se estira demasiado durante toda la estadía de Clara en ese mundo. Los personajes parecen endebles al igual que sus motivaciones. La interpretación de Foy apenas llega a cumplir con lo necesario y el encanto de Knightley no la salva de una actuación demasiado teatral. Los que mejor interpretan su papel son Fowora-Knight y Mirren.

Es un cuento conocido, sí, pero esta reversión tiene varios cambios que no ayudan, en su mayoría, aunque uno merece ser destacado. No es menor que en una historia como esta se cambie lo que siempre fue un romance por una amistad. Puede que sea debido al público al que se apunta pero, más allá de que este sea el caso, es valioso que se deconstruya la idea de que entre un hombre y una mujer lo único que puede surgir es una relación amorosa.

Una película que no tiene mucho que ofrecer más allá de lo estético y que parece apuntada a una edad muy específica, de siete a 11 o 12 años. Más pequeños se asustarán y no podrán seguir la historia; más grandes se aburrirán. Lo más probable es que los adultos la disfruten más, aunque sea por las breves participaciones de Mirren y Freeman.

estrella3

 

 

 

 

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