Smallfoot da vuelta la leyenda de Pie Grande cuando un brillante joven Yeti descubre algo que pensaba no existía: un humano. Noticias de este “pie pequeño” le traen fama y la chance de estar con la chica de sus sueños. También lanza a la sencilla comunidad en la que vive a un revuelo.
Migo vive en una aldea de yetis por encima de la montaña. Es una comunidad simple y totalmente organizada, en la que día a día cada uno cumple una tarea orientada al bien generalizado. Se rigen en base a unos dictados milenarios tallados en piedra, reglas que son los pilares de una sociedad conducida por un Guardián, quien interpreta esas palabras y suma las que haya que agregar para mantener el funcionamiento óptimo de su pueblo. El día más importante en la vida del protagonista será cuando finalmente pueda reemplazar a su padre a la hora de tocar el gong, una de las tareas claves dado que sin ello el sol no saldría, y en plena preparación para asumir el cargo es que encuentra a un Pie Pequeño, una criatura mítica que técnicamente no debería existir. La aparición de este humano dispara una catarata de dudas y la historia de Smallfoot, una película animada que sorprende con su mirada política oportuna y punzante.
Es que si una piedra está mal, puede que todas lo estén, con lo que todo el sistema de creencias de la sociedad es pasible de ponerse en jaque. El director Karey Kirkpatrick (Over the Hedge), quien en su faceta como escritor trabajó en James and the Giant Peach, Chicken Run o The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy, toma el punto de partida de este mundo habitado por yetis para contar algo más y conectar en forma bastante directa con nuestro mundo y su panorama sociopolítico actual, repleto de fake news que se creen porque nos dicen que son verdades.
De la mano de James Corden y su pie pequeño, Smallfoot también se permite dar una mirada sobre los medios de comunicación y el hambre permanente de rating, que lleva a una personalidad de la televisión enfocada en el terreno animal a reconectar con el camino que perdió tiempo atrás. Su acercamiento a los Pie Grande, la forma en que se comunica con Migo y compañía, cambia el punto de vista y la película se regocija en el descubrimiento. Es transparente a la hora de dejar su mensaje de aceptación, pero está lo suficientemente bien hecha como para que eso no la resienta.
Es que todo viene envuelto en un efectivo combo digno del mejor cine animado. El acabado técnico es de primera, hay muy buen diseño de personajes, se carga de un buen sentido del humor inofensivo y abundan los números musicales –ninguno memorable, pero se lo disfruta en el momento-, con un uso bastante atractivo de las enormes posibilidades que ofrece este tipo de cine. También hay un buen equipo de voces internacionales en el que se destacan Channing Tatum, Zendaya, Common, LeBron James, Gina Rodriguez y Danny DeVito, a quienes por supuesto no podemos escuchar en nuestra región porque principalmente está orientada a otro público. A nosotros nos tocó el cantante colombiano Sebastián Yatra como el protagonista, aunque hay que admitir que está muy bien como suele suceder con el doblaje.
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