Sir Lionel Frost se considera a si mismo como el más importante investigador de mitos y leyendas, pero nadie más lo hace. Para lograr la aceptación que tanto busca se embarcará en una aventura para probar la existencia del eslabón perdido.
Desde el momento en que el estudio Laika apareció en nuestras vidas hace ¡diez años! con la maravillosa Coraline, no pudimos hacer nada más que aplaudir la excelencia y esperar con ansias lo próximo en animación stop-motion. En el camino tuvimos ParaNorman, The Boxtrolls y Kubo and the Two Strings, todas absolutamente nominadas al Oscar a Mejor Película Animada, y con justa razón. El amor de Laika por su arte no parece conocer límites, excepto quizás el monetario. Si bien toda la filmografía goza de una saludable recepción crítica, no es un factor que se haya visto trasladado a la taquilla, donde apenas si cada una de ellas ha logrado recuperar sus costes de producción. Missing Link, la quinta producción del estudio, es la más ambiciosa de todas y se nota en sus maravillosos escenarios, pero desafortunadamente peca en una historia simple y sin muchas variables y/o sorpresas en su narrativa.
Es quizás un momento en el cual Laika ha comprometido sus propuestas cerebrales y bastante pensadas por una aventura familiar menos exigente, pero no por ello deja de ser artísticamente fascinante, gratificante y entretenida. Missing Link sigue a Sir Lionel Frost -enorme trabajo vocal de Hugh Jackman-, un investigador de criaturas míticas cuyo ámbito académico lo elude completamente y no le permite probar las mieles de la gloria. Eso hasta que una misteriosa carta llega a sus manos invitándolo a perseguir a la leyenda del eslabón perdido. En un más que inteligente giro de eventos, es el mismo Pie Grande -con la voz de Zach Galifianakis– quien ha enviado la misiva, y precisa la ayuda de Frost para encontrar en el Himalaya a sus primos lejanos, los Yetis. Estos dos sensibles seres crearán una alianza tripartita con la inquieta Adelina Fortnight (Zoe Saldana, ¿hay algo que no puede hacer esta mujer?) contra las fuerzas antagonistas que pretenden que no cumplan su objetivo y la travesía intercontinental está más que comenzada.
El viaje del trío pondrá a prueba sus lazos y todo su intelecto para evadir la captura y llegar a destino, pero en líneas generales el guion del mismo director Chris Butler no tiene mordida suficiente como para probarlos moralmente, cuando las herramientas están al alcance de sus manos. La ambición desmedida de Lionel parece comprometer al desafío pero nunca logra comportar un verdadero escollo, mientras la falsa damisela en peligro de Adelina la coloca como un personaje desafiante pero nunca termina de cuajar por su cuenta, ni siquiera cuando al momento de la despedida final su viaje parece continuar hacia destinos desconocidos. Pero nada de ello socava el espíritu lúdico que se vive a cada momento. Missing Link ha tenido el mayor presupuesto de todas los esfuerzos de Laika, y cada dólar se nota en el espectacular diseño de producción de cada escena de acción, de cada personaje y de cada movimiento. A cada segundo se nota un mundo palpitante, fresco y con mucho detalle, limitado a cada minuto por una narrativa convencional, pero que cuyos toques laikanos se dejan entrever ahí donde la costura de lo normal se rasga y se permite vislumbrar otro mundo por debajo.
Missing Link no pasará a la posteridad como sus hermanas mayores, pero es una nueva demostración que hay vida mas allá de la dupla Disney/Pixar. Una historia corriente no frena el ímpetu audaz de Laika, y el resultado es un combo mágico del cual se esperaba mucho, pero tal cual está es más que suficiente.
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