Crítica de L’homme fidele / Amante Fiel

Marianne deja a Abel por Paul, su mejor amigo y padre del hijo que espera. 8 años más tarde, Paul muere y Abel vuelve con ella. Esto provoca los celos del hijo y de la hermana de Paul, enamorada en secreto de Abel desde niña.

L'homme fidele, Un Hombre Fiel, Louis Garrel

Un joven encuentra la posibilidad de volver con su gran amor, pero entre medio están su hijo, que quiere convencerlo de que fue ella quién mató a su padre; y la tía del pequeño, que está profundamente enamorada de él. L’homme fidele (Un Hombre Fiel) es una comedia escrita, dirigida y protagonizada por Louis Garrel (The Dreamers), en la que cuenta una historia de amor más que particular y muy francesa.

Abel (Garrel) se prepara para ir al trabajo. Cuando está agarrando su campera, Marianne (Laetitia Casta) lo llama y le dice que le tiene que decir algo, pero que no sabe si es un buen momento. Él la mira y ella prosigue: «Estoy embarazada» pero, sin darle tiempo a que se emocione, le dice que no es suyo. Al principio hice hincapié en que es una película muy francesa porque mucho del humor que maneja a nosotros nos resulta extraño y ajeno. Situaciones que resultarían dramáticas aquí están llevadas a la pantalla como comedia y se toman con una ligereza sorprendente. Esto se debe, en gran parte, a que el otro guionista involucrado en la producción es Jean-Claude Carrière, palabras mayores en la industria.

L'homme fidele, Un Hombre Fiel, Louis Garrel

Garrel vuelve a dirigirse y logra crear un personaje con el que se siente afinidad, el claro protagonista de la historia que se verá «atrapado» entre el amor de estas dos mujeres que, sin tomárselo como un problema, van a una «guerra» -en palabras de ellas-, para ganarse su afecto. Ocho años después de esa conversación, Abel retoma su relación con Marianne, luego de la muerte de Paul, el hombre por el que lo había dejado y padre de su hijo. Es aquí también que se presenta a Éve (Lily-Rose Depp), la hermana menor de Paul, que estaba enamorada de Abel desde siempre y que ahora, siendo una joven adulta, cree tener chances.

La película también sirve de retrato bastante despreocupado de la obsesión: el personaje de Depp tiene una fijación muy poco sana con el protagonista pero no se le da mucha importancia ni se problematiza en ningún momento. Otro personaje complejo es el de Joseph, el hijo de Marianne, brillantemente interpretado por Joseph Engel. Este niño está fascinado por los crímenes y adivina las tramas de películas policiales en cuestión de minutos.

Una interesante comedia, muy bien filmada, que aborda el amor desde un lugar poco convencional -al menos para nosotros-, pero que entretiene y se disfruta, sobre todo por su corta extensión de 75 minutos, con créditos incluidos.

7 puntos

 

 

 

 

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