Una maestra que acaba de divorciase, experimentará una enorme transformación: de ser una mujer equilibrada y una madre cuidadosa, se convertirá en una persona locamente celosa y maniática.
Nathalie es una profesora de literatura que tiene más de 40 años y está divorciada. La soltería la encuentra viviendo un momento particular. Paulatinamente, comienza a sentir celos enfermizos a todo aquel que la rodea. En torno a su hija, sus colegas y vecinos. La patología, desatada y desenfrenada, parece no tener control.
Escrita y dirigida por David y Stéphane Foenkinos, Jalouse (Algo celosa) posee poca originalidad desde su planteo, se trata de una historia que hemos visto ya en otras ocasiones, en films que satirizan la crisis de la mediana edad. Bajo la premisa de una visión sobre los celos con buena dosis de ironía, su registro bordea lo caricaturesco y pretende poner en ridículo los excesivos celos de su personaje. Reírse de sí misma podría ser un buen antídoto para aceptar el problema que la aqueja y que la felicidad ajena no sea motivo de semejante desagrado.
Protagonizada por la comediante Karin Viard, la dupla de realizadores banaliza la figura de esta mujer, atravesando un duro trance en su periodo pre-menopáusico, con el objeto de burlarse de una condición que padece de forma incontrolable. Inestable psicológicamente, este personaje se convertirá en el centro absoluto del relato: ¿hacia dónde la conducirán sus celos? Si bien el punto de partida no resulta muy llamativo, la gracia natural que exhibe su protagonista colabora en hacer llevadera la propuesta.
Se trata de una mágica metamorfosis de esas que la fantasía de la gran pantalla suele regalarnos de forma habitual. Sucede que el personaje de Viard se reconoce como celosa compulsiva, su desesperación va creciendo exponencialmente y se percibe, de forma visible, afectada por este proceso de cambio que está experimentado. El triunfo ajeno se vuelve un trauma. No obstante su derrotero, lejos de ser incisivo se verá plagado de estereotipos que llevan a la película al terreno de lo previsible y allí el producto se convierte en una mirada social que busca ser conciliadora con el mundo femenino y los dramas que vive esta mujer madura y conflictuada con su propio ego.
Sin embargo, los clichés del cine comercial y las etiquetas pasatistas del género, llevan a la película a un terreno acomodado de visionado ligero que no aporta mucho margen para el análisis. Jalouse es el retrato de una mujer en crisis buscando encontrarse a sí misma, debatiéndose entre el comportamiento ilógico que padece y el peso dramático que el tránsito de la historia busca otorgar en esta sanadora toma de conciencia.
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