Durante una fiesta en Los Ángeles repleta de estrellas, tres don nadie se vuelven algo así como los héroes cuando el hotel en el que trabajan es secuestrado por unos tipos malos.
Luego de que en el 2017 finalizara Workaholics, la serie de humor desenfrenado transmitida por Comedy Central, muchos supusimos que la amistad entre sus protagonistas –Adam DeVine, Blake Anderson y Anders Holm– y su director Kyle Newacheck (también cabeza fundadora de la serie), nos iba a volver a traer algo pronto. Y esta vez fue Netflix quien dio la posibilidad de llevar al trío de vuelta a la pantalla, ahora a modo de largometraje.
Dirigida por Newacheck, Game Over, Man! llega con la idea de mantener la acidez y los gags del terceto y llevarlos a una película de acción, al mejor estilo Die Hard y Lethal Weapon. Es así como tenemos una buddy movie repleta de grosería, violencia y humor negro. Bajo la trama de una toma de rehenes en un hotel, por un grupo criminal-terrorista que intenta obtener el dinero del multimillonario Bae Awadi (Utkarsh Ambudkar), tres empleados de limpieza -Alexxx (DeVine), Joel (Anderson) y Darren (Holm)- se ven envueltos constantemente en una serie de malentendidos y bizarras situaciones que los llevarán a convertirse en la única «esperanza» de salvar a todos en el establecimiento.
Filmada desde muchos aspectos a un estilo serie/Netflix, Newacheck mantiene su línea al darnos un film de momentos ridículos y diálogos que pasan de lo naif a lo bizarro, siempre en forma de parodia a los clichés de las películas del género. En ese aspecto, no podemos negar que el humor de los tres sigue intacto. La química entre ellos es muy buena y cada uno aporta lo suyo para el estilo de comedia que construyen. El resto del elenco lo completan Neal McDonugh (Minority Report, Captain America: The First Avenger) como Conrad, líder de la organización criminal, Daniel Stern (Home Alone) en el rol de Mitch, encargado del hotel, y Aya Cash como Cassie, su asistente. También incluye cameos de miembros de Jackass, como Steve-O y Chris Pontius, así como también el productor audiovisual Flying Lotus y el rapero Shaggy.
La película se logra disfrutar. Sobre todo para los fanáticos de la serie ya que, manteniendo la personalidad de cada uno de sus integrantes, trabaja a pleno con la esencia de esta y mantiene mucho de su comedia. Sin embargo, eso no hace imperceptible sus fallas, lo que le puede jugar en contra al momento de su consistencia. Principalmente porque puede volverse repetitiva y, especialmente, el nivel de humor «tonto» puede rozar la densidad para quienes no están acostumbrados o no saben lo que se van a encontrar.
Para los seguidores de Workaholics, Game Over, Man! es la posibilidad de ver al grupo unido de vuelta, que trae de regreso el humor que tanto nos gustaba. El resto puede encontrar un gran entretenimiento pasatista, sobre todo si son adeptos a las buddy movies y el cine de acción.
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