Deena viaja a 1666 y descubre la verdad sobre Sarah Fier. En 1994, el grupo de amigos lucha por sobrevivir y por el futuro de Shadyside.
La saga de Fear Street dirigida por Leigh Janiak para Netflix termina con esta última entrega que nos lleva al año 1666, donde Deena se transforma en Sarah Fier para poder ver su historia y el inicio de todo a través de ella. En este último capítulo nos traen de nuevo a varios actores de las primeras dos películas pero con papeles distintos y el desarrollo de la historia transcurre con vestimentas y un ambiente de tipo folk horror, o al menos eso se intenta porque no logra demasiado. Tampoco es que esto último sea malo, pero se queda muy lejos de películas como The Witch o Midsommar; sin embargo la ambientación a esta época me parece bien lograda.
Tenemos una historia de amor donde repiten Deena y Sam como amantes en tiempos donde la homosexualidad se veía como acto demoniaco, lo que termina en su acusación como bruja y posterior ejecución. Como siempre se ha sabido que en los tiempos de cacería de brujas no había pruebas y todo se basaba en el miedo que las mujeres provocaban en el hombre, mucho más si éstas salían de lo «normal» de aquellas épocas, y justamente es lo que vemos que le sucede a Sarah. No, ella no era una bruja, era una adolescente que disfrutaba de noches de baile con amigos y que se enamoró quizá de la persona equivocada. Hay un giro interesante hacia el final de esta parte donde descubrimos al causante de todo, el «brujo» que inicia el maleficio que sufre Shadyside y que lo hunde en miseria por generaciones La primera parte de ésta película se siente un poco lenta, sin tanto gore como las anteriores, pero no deja cabos sueltos en la historia de Sarah Fier.
Sin embargo la segunda parte que nos lleva de nuevo a 1994 sí que se hace un poco floja; era necesaria claro porque teníamos incompleta la historia de este capítulo, pero todo parece muy apresurado, la forma medio burda en que vencen a los villanos, me da la impresión de que se les fue el tiempo de más con la primera historia. Pero no puedo decir más cosas malas: cumple su función y le da el cierre satisfactorio a la saga y, algo que algo que me pareció un acierto después de su final «tan feliz», fue que deja abierta la posibilidad de que existan más historias en el mismo universo, si se sigue la misma línea se pueden lograr muy buenas cosas y hasta mejores.
En general me gustó este cierre a la saga Fear Street, y lo que ha hecho Netflix con este concepto me parece increíble, la verdad no le tenía tanta fé, pero se ha ido por la segura dándonos algo fresco y dinámico, con lo que nos gusta a los fanáticos del terror, no tanto drama, gore, un diseño bueno de los monstruos, el hilo de las historias tiene coherencia y con buenas referencias y homenajes a grandes títulos del género. Una historia que se siente adolescente si, pero que igual lo podemos disfrutar chicos y grandes.
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