Crítica del amigo Lucas Rodríguez para este desprendimiento de la saga Harry Potter, con Eddie Redmayne en el rol central de Newt Scamander.
Jumanji mágico
Dolió abandonar el mundo fantástico de Harry Potter en 2011. Más para aquellos que crecimos con la historia del Niño que Vivió, sus amigos y, por sobre todas las cosas, la colosal obra que se mandó J.K. Rowling. Cinco años después de decirle adiós al joven mago, las puertas vuelven a abrirse y corriendo a todo galope llega Fantastic Beasts and Where to Find Them, un vistazo al mismo mundo pero desde otra óptica.
Si hay algo más que aplaudirle a la autora, es su ingeniosa capacidad -con ayuda del estudio por detrás, claro- de expandir un libro de texto ínfimo pero adorable en una inminente pentalogía, que explorará la mitología de la Gran Guerra en el Mundo Mágico muchos años antes del alzamiento al poder de Voldemort. En lo que marca su primer guión cinematográfico, su estilo y picardía siguen intactos como siempre, aparte de contar con una gran narrativa. Ayuda mucho también que el genial David Yates -que ya estaría olvidando el pequeño fiasco de The Legend of Tarzan de hace unos meses- vuelva a la saga con un sentido de obligación, para continuar el gran trabajo que ha venido logrando al adaptar las obras de la inglesa.
El año es 1926 y, en medio de un revuelo mundial por la amenaza del mago Gellert Grindelwald, el magizóologo Newt Scamander llega a Nueva York con una maleta llena de misteriosos animales mágicos que, a fuerza de una confusión bastante obvia pero no por ello menos disfrutable, terminan liberados en la ciudad. Causando gran alboroto y desesperación por parte del Ministerio Mágico local, estos son una amenaza para la frágil línea que separa a los humanos de los no-magos, y es cuestión de tiempo para que una crisis estalle por los aires. En este contexto es que se presenta al nuevo protagonista de la saga -esperemos- que significa el Newt de Eddie Redmayne.
Él le pone el cuerpo y la voz a ese profesor alocado y vivaz, que lamentablemente queda relegado por el peso de la trama y el resto de los personajes. Su Newt es adorable pero el carisma que despide el actor no es muy diferente a otros personajes que ha compuesto en el pasado. Siendo más claros, es Redmayne con una varita en mano; y eso no es nada malo, que conste, pero se requería otro tipo de fineza para hacerlo más destacable. Lo mismo ocurre en cierta medida con la Tina de la ascendente Katherine Waterston, que tiene ciertos momentos pero no termina de encajar con su maga hambrienta de aventuras. Por otro lado, los que les roban protagonismo son el soberbio Jacob de Dan Fogler y la tierna pero sexy Queenie de Alison Sudol, verdaderas revelaciones que tienen una química abrumadora juntos. El cuarteto funciona muy aceitado en grupo, y la elección de actores prácticamente desconocidos en general ayuda a generar empatía con ellos.
Sin embargo, el gran destacado de la película es el mundo mágico por el que se mueven los personajes. Nueva York vibra con detalles, muy puntillosos, que no podían faltar en una obra con el sello de J.K. Los animales son -ejem- fantásticos, muy inventivos, con colores destellantes y diseños más que llamativos. La historia que los acompaña es agradable y sencilla, aunque tiene grandes pinceladas de lo que se vendrá en el futuro. A veces puede parecer un prólogo, pero es más que disfrutable por sí sola. Las maravillas hablan por ellas mismas. Es una versión más mágica, si se puede, de la icónica Jumanji, pero con un maridaje de animales raros y exóticos.
Fantastic Beasts… es un gran puntapié inicial de lo que puede llegar a ser una excelente segunda saga mágica, que promete mucho con una historia más oscura que la original de Potter, pero nunca perdiendo ese costado gracioso, hilarante y tierno que sólo puede contener el universo de Rowling. Una vez más, gracias por tanta magia.
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