Esto no es un golpe es un documental político que relata el conflicto que enfrentó el Gobierno de Raúl Alfonsín en 1987, contra un grupo militar liderado por Aldo Rico, en el tristemente célebre levantamiento llevado a cabo en la convulsa Semana Santa de aquel año.
El documental se concibe como un retrato a manera de homenaje a la figura del padre de la democracia moderna de nuestro país (tal como los títulos del film referencian al final), resultando el hecho eje del relato aquella toma de la escuela de infantería perpetrada por los rebeldes del ejército argentino denominados carapintadas. La incertidumbre que se respiraba en la sociedad y cómo los medios de comunicación reflejaron ese dramático momento, sirve para situarnos en época y denota el clima tenso imperante en un país que aún no se había recuperado de la última y sangrienta dictadura.
El director de la destacada Yo no sé qué me han hecho tus ojos (2003) se encarga de relatar los acontecimientos en primera persona -y habiendo participado como testigo de los hechos-, va narrando cronológicamente las disputas en Campo de Mayo, las manifestaciones en la plaza y los discursos presidenciales, valiéndose de entrevistas a personajes claves del momento como el ex diputado radical Leopoldo Moreau, y un desagradable y autoritario Aldo Rico, potenciando el pluralismo de escuchar ambas versiones del conflicto. Sólo cabe mencionar que la falta de rótulos sobre cada entrevistado reduce lo certero del testimonio a medida que el film avanza.
Partiendo del juicio a las juntas militares y la posterior destitución de la cúpula del ejército como detonantes del conflicto, el documental relata el amotinamiento de los soldados mediante el recurso de imágenes de archivo, que funcionan como observadores fidedignos de los hechos en cuestión, en un momento sumamente difícil para nuestro país. Esto no es un golpe reconstruye los hechos acontecidos sin olvidar el pulso popular, dejando expuestos los vaivenes de nuestra historia política en cuanto a las estrategias, presiones y miserias que siempre protagonizan su propio papel cuando se decide el destino del país.
Si el parámetro desde donde medir el regreso a la democracia es la figura de Raúl Alfonsín, su importancia para la historia de este país no es en absoluto algo menor. Uno de los grandes presidentes argentinos de la historia fue -como lo explica en su epílogo el documental- el primer eslabón de un período democrático que, afortunadamente, se encuentra ininterrumpido hasta la fecha. Es por ello que la obra de Sergio Wolf enaltece su valor, su figura, su entereza y su importancia cabal para sacar adelante este hecho que hizo tambalear su mandato y la estabilidad del país. Si el famoso discurso final de «Felices Pascuas y la casa están en orden» quedó resonando en la memoria de cada argentino que escuchara su pronunciación, el film trae al recuerdo la gesta democrática en un intento de responder interrogantes vitales.
La posterior Ley de Obediencia Debida como presunción de responsabilidad en los delitos cometidos durante la última dictadura militar pone en perspectiva un hecho polémico y siembra inquietudes acerca del rol que jugó Alfonsín y bajo la situación política en la que dicha ley fue sancionada apenas dos meses después del conflicto. En concordancia a lo antes mencionado, Esto no es un golpe es un certero ejercicio documental para utilizar el cine como herramienta pedagógica y reflexiva sobre un tiempo en donde los fantasmas de la dictadura sobrevolaban una nación que buscaba cicatrizar sus heridas.
[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]
Lo nuevo de Michael Mann retrata al creador de la mítica escudería.
Paul Giamatti protagoniza una de las serias candidatas al Oscar.
Sydney Sweeney y Glen Powell se juntan para intentar revivir las comedias románticas.
Hollywood se prepara para celebrar a lo mejor del año pasado.