La película aborda la explosión que sucedió en la Escuela N°49 y que se cobró la vida de la vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez.
Imágenes y audio comentarios de noticieros televisivos abren este documental dirigido por Juan Mascaró, producido por el Departamento de Educación de la Universidad de Lujan. A través de estos archivos, el realizador decide mostrar el impacto mediático que alcanzó la explosión de la Escuela N°49 Nicolás Avellaneda de Moreno, y recuperar los primeros testimonios de los vecinos de la zona. Mediante nuevas entrevistas, el film suma los relatos de otros residentes del barrio, docentes, directivos e investigadores, que profundizan sobre este hecho que tuvo como consecuencia las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. Nos enteramos del desinterés, y por ende de la negligencia, en el accionar del Estado y puntualmente del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, al que se le había reclamado por la refacción de la instalación de gas del establecimiento, y no dio respuesta alguna. Teniendo en cuenta estas condiciones de desamparo, los colegas de Sandra y Rubén sostienen con firmeza que sus muertes no fueron un accidente, sino asesinato por desidia.
Al mismo tiempo, el film contextualiza la situación compleja en la que se encuentra la educación pública argentina, en un marco político y social más amplio. En principio se señala con precisión que no se trata de narrar un caso particular de forma aislada. Lo importante es retomar este suceso trágico para dar cuenta de la gran cantidad de escuelas de nuestro país en las que no están dadas las condiciones sanitarias y de infraestructura para que las clases puedan dictarse sin riesgos. Asimismo se visibilizan otros conflictos igual de importantes que surgen en estas circunstancias. No solo se pone en peligro la cursada de los alumnos, sino también otras actividades que se realizan en los colegios, como por ejemplo darle de comer a los chicos del barrio. Es destacable, en este aspecto, el esfuerzo y la dedicación de los trabajadores de la educación, quienes comprenden que su labor no se agota en el espacio de la escuela y, pese a la ausencia del Estado, no permiten que a los más pequeños les falte la comida. Pero esta no es la única forma en la que advertimos la camaradería colectiva. Vemos cómo luego de lo ocurrido el 2 de agosto, los vecinos (tanto adultos, como jóvenes y niños) se solidarizan con los docentes y participan de asambleas, acampes y movilizaciones para reclamar justicia, y para exigir una mejora en las condiciones educativas tanto para los alumnos, como para los maestros y auxiliares.
También es notable el equilibrio narrativo entre el repaso histórico y el análisis del presente, que exhibe la película. En principio se nos muestra que la crisis educativa es un problema preexistente al gobierno actual, que se agudizó en la década de los ’90 a partir de las transferencias de educación a las provincias. Esto produjo una mayor centralización del poder, y el retiro de recursos y financiamiento para las instituciones públicas. Sin embargo, también se puntualizan los conflictos actuales, como por ejemplo la intervención de los consejos escolares, las amenazas de investigaciones presumariales a docentes y directivos, la desaparición de documentación tras la tragedia que produjo las muertes de Sandra y Rubén, y la separación de varios maestros de sus cargos. Por otro lado, resulta tan importante como valiente la decisión que toman Mascaró y quienes participaron junto a él de la realización del documental, de cuestionar tanto al presidente Mauricio Macri como a la gobernadora María Eugenia Vidal, por incumplimiento de sus promesas de campaña.
Además de la precisión de sus datos y lo sólido de su estructura, la película tiene un gran peso emotivo. El momento en el que Mabel Zurita, esposa de Rubén y docente de escuela primaria, cuenta la historia de su compañero como militante y trabajador de la educación, o en el que observamos cómo los educadores, padres y otros actores sociales no abandonan a los/as niño/as como sí lo hace el Estado, y al mismo tiempo les enseñan a constituirse como sujetos políticos al participar en marchas y reclamar por sus derechos, resultan sumamente impactantes. Por otro lado, estas cuestiones adquieren un peso político contundente, ya que exponen la situación de urgencia de las escuelas y los comedores, que en la mayoría de los casos son los únicos representantes del Estado en los barrios.
Escuela Bomba, es un film crucial en varios sentidos. En principio porque es un documento que permite conocer cuáles fueron las causas particulares y generales de las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, a través del testimonio directo, tanto de sus colegas de la Escuela N°49, como de los vecinos de Moreno y de algunos profesionales especialistas en asuntos laborales. Por otro lado, porque expone el estado crítico en el que se encuentra desde hace ya varios años la educación pública en nuestro país, y exige a los funcionarios gubernamentales y estatales que asuman sus obligaciones frente a estas problemáticas a través, en principio, del reconocimiento de sus responsabilidades en las muertes de Sandra y Ruben, y luego mediante la aplicación de políticas públicas que impliquen un aumento en las inversiones en infraestructura, y una mayor regularidad en los controles edilicios. Por último, y no menos importante, cabe mencionar que la decisión de los directivos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), de negarle la posibilidad de estreno a esta película en el día previo a la primera conmemoración de la tragedia, es sin duda un acto repudiable. De igual modo, es una evidencia del valor que tiene este documental al asumir el compromiso, como diría Rodolfo Walsh, de «dar testimonio en momentos difíciles».
[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]
Lo nuevo de Michael Mann retrata al creador de la mítica escudería.
Paul Giamatti protagoniza una de las serias candidatas al Oscar.
Sydney Sweeney y Glen Powell se juntan para intentar revivir las comedias románticas.
Hollywood se prepara para celebrar a lo mejor del año pasado.