Al saber de la existencia de The Second Best Exotic Marigold Hotel, uno tiene sentimientos encontrados. La primera parte fue un soplo de aire fresco, ya que el elenco de consagrados actores y las exhuberantes locaciones daban lugar a una agradable historia que tenía como moraleja que la vida no se acaba después de los 60 años. Al finalizar la película uno se encariñaba tanto con los personajes que los quería volver a ver una vez más a toda costa, pero el peligro que se corría era que no hubiese buenas historias para continuar el viaje del sexagenario grupo. Y acá estamos, tres años después, básicamente en el mismo lugar donde nos dejó la anterior entrega, con las mismas esperanzas y temores.
No es imprescindible haber visto la primera parte para entender cómo viene la mano en esta ocasión, pero no está de más saber quiénes son los personajes, cómo llegaron hasta este precioso hotel y qué les depara la vida en esta segunda reunión. Feel-good movie por donde se la vea, no es muy difícil adivinar como terminará, pero en este caso es el viaje lo que importa y no el destino. El director John Madden y su guionista Ol Parker parecen haberse quedado un poco somnolientos en los laureles y están prácticamente en modo automático, sabiendo que estos titanes del cine sacarán adelante cualquier historia que se les pare por delante. Bill Nighy y Judy Dench siguen en su idilio amoroso, Maggie Smith sigue firme en la búsqueda de expandir la experiencia del primer hotel junto al hiperquinético y un poco insoportable Sonny de Dev Patel, la Madge de Celia Imrie no se decide entre dos pretendientes, Norman y Carol tienen un pequeño inconveniente en su relación, y un nuevo y atractivo visitante llega a agitar un poco las aguas femeninas.
Todo lo que antes funcionaba, sigue funcionando, pero con una subida de nivel. Si antes el personaje de Patel bordeaba las líneas entre lo divertido y lo fastidioso, acá está un par de voltios más arriba, junto a uno de los momentos que más gustan en el cine bollywoodense: una boda india, con todos los clichés que ella conlleva. Las líneas cortantes del personaje de Maggie Smith están más afiladas que nunca y en general todo el elenco sale airoso, aunque algunas decisiones sean bastante extrañas -¿hacía falta la presencia de Gere acá?-.
Es una lástima que no hayan podido dejar la primera entrega tal cual como estaba, pero en el caso de The Second Best Exotic Marigold Hotel estamos frente a uno de esos casos donde una secuela no lastima el resultado original ni tampoco lo mejora, sino que aparece como un Lado B, un pequeño rejunte de grandes éxitos que vuelve a poner en foco al virtuoso elenco y las fascinantes locaciones indias, que actúan como un adorable folleto turístico. ¿Veremos una tercera apertura de un Hotel Marigold? Sólo el tiempo lo dirá.
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