¿De qué va? Una joven desata terribles demonios cuando las fuerzas sobrenaturales en lo más profundo de una brecha de décadas entre madre e hija, se revelan sin piedad.
Ah, Neil, Neil… ¿qué pasó, compadre? Lejos quedó ese joven y brillante Neil Blomkamp que en 2009 sacudió al mundo entero con su extremadamente talentosa District 9. Tanto revuelo causó que terminó nominada a cuatro premios Oscar, incluida Mejor Película y Mejor Guión, en una época en la cual todavía se venía a los proyectos de ciencia ficción con cierto prejuicio. Sus próximos proyectos, Elysium y Chappie, no gozaron de la recepción de su opera prima pero mostraba todas sus aptitudes para el género y una mirada particularmente especial en la creación de distopías. Nada de ese visionario director queda en Demonic, su mas reciente película, un fracaso estrepitoso que nos deja anonadados por su escasa calidad.
Demonic fue uno de esos mentados proyectos filmados en plena pandemia de COVID-19, y así como se anuncia parece decir que tenemos que aplaudirle ese mérito de enfrentar un virus para traernos entretenimiento. Bueno, esto no va a suceder, y a lo sumo podemos darle los laureles a In the Earth de Ben Wheatley, que se animó a hacer algo diferente en total encierro. Parecía que Neil, que viene experimentando con nuevos campos visuales como los geniales trabajos que hizo bajo el estandarte de su OATS Studios, le encontró la vuelta de tuerca para ofrecer una experiencia diferente en el horror, y se adentró de lleno a ello. Nadie lo aconsejó, porque el resultado esta lejos de ser lo que de seguro deseó.
En la trama, la joven Carly (Carly Pope) todavía carga con el estigma de los crímenes de su madre, ocurridos hace décadas, por los cuales tuvo que huir de su ciudad como una paria. Años después, un amigo le informa que su madre está internada en coma en un centro médico de alta complejidad. Carly, insegura, se acerca al centro y los médicos le ofrecen una oportunidad para acercarse una vez mas a su progenitora y clavar el hacha de la paz de una vez por todas. ¿El método? Un revolucionario simulador virtual en el cual se ingresa y se interactúa mediante la mente de una persona. Este experimento desencadenará una seguidilla de horrores a los cuales la incauta protagonista tendrá que enfrentar.
A los bifes: Blomkamp no revitaliza el género demoníaco de ninguna manera, porque la trama es trillada por demás. La única manera de lograr insuflar algo mínimamente novedoso es mediante el costado virtual. Primero que la utilización del mismo está tirada de los pelos, y segundo que el sistema de última generación virtual es paupérrimo; un videojuego de la saga Sims tiene recreaciones con mejor calidad. Pero el peor crimen de Demonic es ser una película carente de sustos. Los escenarios virtuales no poseen suspenso ni misterio, ni causan esa hermosa sensación de erizarte los pelos del miedo o la incomodidad. Demonic es aséptica, su guión obra de Neil no es nada elevado, es pedestre como mínimo y no refleja todas las capacidades de ese autor estrella al cual la Academia lo nominó por su estelar guión parte ciencia ficción parte crítica político-social en District 9. Solo por su renombre es que llegó a su estreno moderadamente comercial, porque parece un trabajo amateur de un principiante (que no esta mal comenzar por algun lado) que la labor de un consagrado.
Casi llegando a su final es que las cosas se ponen intensas, pero hay tanta exposición de información en un corto período de tiempo, tantas ideas aplastadas unas contra otras, que no sirve para subsanar el aburrimiento inicial. Hubo comentarios propios del director que dice que le sacaron las llaves del reino para dirigir una secuela/legado de Alien porque Ridley Scott, el padre de la Bestia, vio Chappie y se repensó un par de cuestiones. Yo creo que si Ridley se entera de Demonic lo irá a buscar personalmente a casa para darle unas nalgadas.
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