Porque una película así se merece una segunda opinión.
Luego de que Thanos chasqueara sus dedos y desapareciera a la mitad de las criaturas vivas del universo, los Avengers originales quedaron desperdigados, algunos perdidos pero todos desolados. En Endgame deben encontrar la forma de recuperar las gemas y revertir el chasquido y, más que una película, los hermanos Russo entregan un evento épico e inolvidable, un cierre digno a más de una década de universo cinematográfico.
Hace 11 años se estrenaba la primera película de Iron Man y, sin saberlo, empezaba uno de los universos cinematográficos más ambiciosos de la historia. Estas tres fases que ya se vieron están unificadas en lo que denominaron como «La Saga del Infinito» y todo condujo a la historia hacia el enfrentamiento con Thanos. Es realmente destacable darse cuenta que todo estuvo pensado, todo apuntó hacia esto. En 2008 se sentaron las bases de lo que hoy es Endgame: una película de superhéroes que rompe con todos los moldes conocidos, que no puede ser simplemente encasillada como otra aventura y hasta cuesta catalogarla como una película. Es una experiencia, un cierre, un evento único y pocas veces visto en cines.
Christopher Markus y Stephen McFeely son los responsables de un guion lleno de sorpresas que, si bien puede pecar de fan service en algunos momentos, está a la altura de las circunstancias. Los Russo no mentían cuando dijeron que los trailers sólo mostraban el principio de la película, por lo que muchas de las especulaciones que rondaban en estos meses están totalmente erradas. En la película cada uno de los sobrevivientes y miembros del equipo tiene misiones para ayudar a la causa, de esta forma consiguen que cada uno de esos personajes que ya forman parte indiscutida del imaginario popular puedan lucirse. Fieles a sus orígenes, Endgame sólo exalta las cualidades de los héroes. Los empuja hasta el límite sólo para mostrar de qué son capaces y de qué lado pelean.
Con secuencias de acción que serán inolvidables, el film usa el CGI y todos lo efectos a su alcance de forma casi impecable. Es sin dudas una de las películas más cuidadas en cuanto a aspecto técnico de este universo. También es de las más emotivas y esto se debe a las grandes actuaciones de sus protagonistas. Si bien no suele remarcarse en estas películas ese factor, en Endgame es parte fundamental para que llegue al público de la forma que lo hace. Cada uno tiene uno o varios momentos para lucirse en pantalla, además de que los personajes están muy bien escritos.
También maneja los tiempos con gran destreza, no se apura en contar nada ni le dedica más tiempo del necesario a ninguna de las tramas, las tres horas de duración no se sienten en ningún momento. De la misma forma, sabe cómo equilibrar el dramatismo con la comedia característica de este universo. Las risas se entremezclan con la emoción y, por momentos, con el llanto.
Parece una frase hecha, pero al fanático de estas historias nada lo preparó para Endgame. Un cierre digno de estas tres fases, una carta de amor a sus personajes y la base para todo lo que vendrá. Una experiencia única y de la que se hablará durante mucho tiempo.
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