Hoy es uno de los nombres más conocidos en el mundo de Hollywood y mucho más en el de los superhéroes a partir de su prolongado paso por el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), dónde personificó al mítico Capitán América. Pero Chris Evans hizo mucho más que ser el primer vengador, con lo que en esta ocasión haremos un recuento por la carrera en pantalla grande de este carismático actor. Porque no siempre fue un superhéroe, o, mejor dicho, no siempre fue «el Capi».
Christopher Robert Evans nació en Boston un 13 de junio de 1981, es hijo de una bailarina y un dentista. Inicialmente, él planeaba ser dentista como su padre, sin embargo, inspirado por su madre, quien sería directora de teatro juvenil, tanto él como su hermano se inclinarían por la actuación. Tiene dos hermanas y un hermano menor y por sus venas corre sangre italiana e irlandesa. Se graduó de la secundaria Lincoln-Sudbury Regional en 1999 y aunque su plan era ir a la universidad, esta quedó postergada frente a su primer papel en una serie.
Chris decidió ser actor formalmente desde muy joven. Todavía en la secundaria, acudiría a castings, realizaría cursos y pasantías de actuación hasta lograr su primera oportunidad en el piloto de la serie dramática para adolescentes Opposite Sex el cual sería cancelado después de 8 capítulos. No obstante, esto fue suficiente para impulsar su carrera llevándolo a Hollywood.
Sus inicios no fueron en películas de alta alcurnia, así pues lo recordamos en cintas como Not Another Teen Movie (2001), aunque en su defensa diremos que estaban de moda este tipo de filmes. Seguirían The Perfect Score, Cellular y la inexistente Orphan King, que ni siquiera llegaría a los cines. Todas estas fueron fugaces y de bajo nivel. Como él mismo lo reconoció: «Mis primeras películas eran realmente malas».
Finalmente, la gran oportunidad llegaría en 2005 con Fantastic Four, una película de origen de los míticos héroes de Marvel en donde Chris personificaría a Johnny Storm / La Antorcha Humana. Si bien no fue la mejor, fue suficiente como para generar la secuela Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer y por ende traer al actor de regreso como un superhéroe en 2007. A partir de entonces, las cosas mejorarían mucho para él.
Continuando con su racha de superpoderes, lo veríamos en la tibia Push (2009). Los cómics le darían mejor suerte, con lo que se lo volvería a ver en The Losers, en la adelantada a su tiempo Scott Pilgrim vs. The World y en Snowpiercer, todas ellas basadas en novelas gráficas. Paradójicamente, nunca fue un fan de los cómics.
Ha trabajado múltiples veces con Scarlett Johannson, con quien tiene una relación platónica muy cercana y de muchos años. Los podemos ver juntos en The Perfect Score y The Nanny Diaries (2007), previo a su larga colaboración en el MCU. Además, Chris debutó como productor y director con Before We Go (2014), película que también encabezó.
Cabe señalar que Chris no solo interpretó a personajes superheroicos o de cómics. En sus variantes más dramáticas deja ver su talento como actor, como en el drama Gifted y la reciente The Red Sea Diving Resort, que podemos encontrar en el catálogo de Netflix.
Evans es uno de esos actores que ya era medianamente conocido antes del fenómeno Avengers, y que, catapultado por su patriótico héroe, tiene mucho más que ofrecer en la pantalla grande, pues tiene talento de sobra. A sus 38 años, su carrera no hace más que empezar. Actualmente podemos verlo en la muy buena Knives Out, recientemente estrenada en Latinoamérica, una película que ha generado cierta expectativa pues es la primera vez que lo vemos tras su emblemático Capitán América. Y la verdad, luce fantástico.