Si son de los que vieron Altered Carbon y la disfrutaron, les interesará saber que Netflix hizo oficialmente el anuncio de una segunda temporada. Uno podía sospechar que esta no sería renovada dado que pasaron tantos meses desde el estreno de sus primeros episodios -el pasado febrero- y que su protagonista Joel Kinnaman (Suicide Squad, Robocop) ya tiene otro proyecto en marcha para la pantalla chica -la adaptación de la película Hanna-, pero todo eso es parte del encanto de lo que se viene. Es que será reemplazado para este nuevo año por Anthony Mackie (The Hurt Locker, Detroit), el Falcon de Avengers: Infinity War y todo el Universo Cinematográfico de Marvel.
En Altered Carbon, una transposición de la novela cyberpunk de Richard Morgan, el viaje del protagonista Takeshi Kovacs abarca cientos de años, con diferentes cuerpos y planetas. Esto permite que la historia explore temas de identidad, moral y el alma humana. En esta segunda temporada, Anthony Mackie será la nueva encarnación de Kovacs a medida que la serie continúa su expansión en estos tópicos e ideas profundas, a través de períodos más extensos de tiempo y diferentes mundos a lo largo de la galaxia.
La creadora Laeta Kalogridis (Shutter Island, Pathfinder, Terminator Genisys) volverá como productora ejecutiva y co-showrunner, un cargo que desempeñará junto a Alison Schapker (Alias, Fringe, The Flash). Se trata de una intrigante historia de homicidio, amor, sexo y traición, ambientada más de 300 años en el futuro. La sociedad se ha visto transformada por una nueva tecnología: la conciencia puede ser digitalizada, los cuerpos humanos son intercambiables y la muerte ya no es permanente… Takeshi Kovacs es el único sobreviviente de un grupo de guerreros interestelares de élite, quienes fueron derrotados en el marco de una revuelta contra el nuevo orden mundial. Su mente fue aprisionada por siglos, «puesta en hielo», hasta que Laurens Bancroft, un hombre longevo y terriblemente adinerado, le ofrece la posibilidad de vivir de nuevo. A cambio, Kovacs deberá resolver un asesinato… el del propio Bancroft.