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Desde su silenciosa salida en diciembre de 2017, la primera serie alemana original del gigante del streaming ha ido ganando un fandom respetable, y no es para menos. Con una trama muy compleja, un desarrollo orgánico y una historia centrada en los personajes, el resultado es una de las mejores series según la crítica y el público.
Después de una espera de año y medio, la segunda tanda llegó con pocas respuestas y aún muchas más preguntas, a pesar de contar con dos capítulos menos que la temporada anterior. En sus 8 episodios, la serie apunta a mucho más, tratando con las implicaciones existencialistas del tiempo en sí mismo y la perspectiva humana al respecto, pasando por Dios, el destino, hasta el significado y propósito de una vida.
Con todo este trasfondo, la serie busca nuevamente toda la atención de su público y, esta vez, el uso de su memoria, ya que se da por sentado que se conoce a todos los personajes y en qué quedaron sus historias. Pero además nos muestra que en este mundo no existen absolutos, ya que personajes que se consideraban «buenos y malos», como Claudia y Noah, son presentados con matices más grises en esta oportunidad, dándonos la explicación de su forma de ser y sus objetivos, haciendo que nos preguntemos constantemente a quién debemos apoyar.
¿Quién dijo que el idioma alemán no expresa emociones? Prepárate para sorprenderte, llenarte de ansias o hasta derramar un par de lágrimas por el destino de los personajes, en especial en los capítulos 5 y 6. Demostrando que a pesar de la profundidad y aspiraciones de la trama, esta no ha olvidado que es un relato centrado en su diversidad de personajes, sin importar de qué época sean. Casi todos vuelven en esta temporada, explicando al fin el porqué de su existencia en la historia, como es el caso de los personajes adolescentes.
Con sus 8 episodios, no hay espacio para descansar con subtramas que no aporten al objetivo final de la serie. A esto hay que sumar que desde el primer episodio se nos proporciona un contador, que mantiene la tensión durante todos los capítulos, lo que genera que no se pueda apartar la vista. Los capítulos nuevamente presentan la calidad cinematográfica de la temporada pasada, con impecable edición y fotografía, así como una música que acompaña perfectamente los momentos en los que se presenta. Pero nada de esto sería posible sin un guion que sostenga todo sin tropezarse, que mantiene el nivel de la primera temporada, algo de lo cual tenía muy pocas probabilidades debido a la cantidad de personajes, tramas e ideas de la serie. Pero los creadores Baran bo Odar y Jantje Friese nuevamente nos muestran de lo que son capaces y lo bien pensada que esta su historia.
Con muchas sorpresas, giros y revelaciones, esta temporada demuestra nuevamente la increíble serie que es Dark, el gran talento y originalidad que existe en otros países, y la apuesta de Netflix por producciones extranjeras, con el potencial de internacionalizarse. Hasta entonces, quedamos a la espera de la tercera y última temporada, programada para el 27 de junio de 2020 -nuevamente otra fecha importante dentro de la trama-.
¿Y tú ya viste Dark? Y si no, ¿qué estás esperando? Recuerda que todo está conectado.
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