Algunas líneas sobre La Casa de Papel: Parte 3

Una de las series más esperadas del año, ¿será más de lo mismo?

La Casa de Papel: Parte 3

La serie de habla no inglesa más vista en la plataforma de Netflix llega con su tercera parte, y nos preguntamos si este es uno más de esos casos en los que se prolonga un programa solo por el éxito que tiene, aun cuando eso implique decaer en la calidad del guion e historia. Pues en medio de tantos remakes, reboots y versiones live action, precuelas, secuelas o demás proyectos innecesarios, veremos si La Casa de Papel nos ofrece novedades… o es más de lo mismo.

Para empezar, necesitamos puntualizar que esta es una producción de A3M y Vancouver Media para la cadena española Antena Tres, pensada como una miniserie de dos partes, con un total de 15 episodios de 70 minutos cada uno. A finales del 2017, la plataforma de streaming adquirió los derechos de transmisión internacional, reeditando los capítulos para que calcen en dos partes de 13 y 9, respectivamente. Dicho esto, es lógico que Netflix viera en La Casa de Papel a una especie de «gallina de los huevos de oro», puesto que el éxito de la serie fue inminente. Así que, con los derechos en el bolsillo, la compañía decide que la serie tendrá dos partes adicionales.

 
La Casa de Papel: Parte 3

Tras el anuncio de una tercera tanda de episodios, me pregunté acerca de qué podría tratar, pues en mi opinión la serie termina bien, sin dejar vacíos argumentales. Luego pensé que lo que podrían contar era el cómo la más afectada por el atraco, la Inspectora Murillo, en una especie de operación de contrainteligencia utiliza los trucos del Profesor para conseguir el encarcelamiento de la banda. Después de todo el crimen no paga, mucho menos después de dejar en ridículo a todo el Departamento de Defensa de las fuerzas españolas. Además, en nombre del amor no deberían perderse principios ni valores, a la vez que el fin no justifica los medios. Y comenzó el hype.

La Casa de Papel: Parte 3

Después de ver la parte 3, me doy cuenta que mi idea hubiera sido muy impopular -aunque creo que interesante- y Netflix lo sabe, por ello optó por repetir la fórmula: personajes carismáticos, emocionales, un gran golpe casi imposible, estrategias y planes de infiltración, caos de un lado y del otro, un Departamento de Defensa agresivo y mal visto, buena música y la disyuntiva de colocar al espectador en el frágil límite de quiénes son los «malos» y quiénes los «buenos». Pero ojo, que esto no necesariamente implica que esta tercera parte sea mala. Hay escenas y nuevos personajes que revitalizan la trama y la hacen realmente entretenida. Vayamos por partes.

Esta vez la banda se junta tras el encarcelamiento de uno de sus miembros, con el fin de rescatarlo. Para ello el Profesor retomará un viejo plan que supone un atraco aún más osado que el anterior: El Banco Nacional de España, en el que se ubica toda la reserva de oro del país, y algunas cosas más. Con esta premisa inicial, y si han visto la parte 1 y 2, ya se puede suponer el resto.

En esta oportunidad, la serie se da el lujo de ser mucho más explosiva y dinámica, ningún capitulo se siente pesado; por el contrario, el tiempo de los ocho episodios se pasa muy rápido. Esto se debe a que ya conocemos a los personajes, está aceitado el vínculo entre ellos y entendemos sus motivaciones. Además, no hace falta ahondar en los nuevos, pues están ahí por una cualidad o función muy específica. Eso a excepción de Palermo (Rodrigo De la Serna), quien será algo así como el nuevo Berlín en el golpe, con muy buenos resultados.

La Casa de Papel: Parte 3

Lo mismo ocurre del otro lado, en el Departamento de Defensa. Tendremos un nuevo encargado del CNI y a otra negociadora, muy lejos de ser como Murillo en su momento. Alicia (Najwa Nimri) es implacable, carente de toda sensibilidad, aunque su apariencia demuestre lo contrario. De hecho, me parece que es el personaje que más revitaliza a la serie, y la que me da en la yema del gusto con respecto a la idea que mencionaba líneas arriba.

También volvemos a contar con Berlín. A través de flashbacks, veremos cómo El Profesor reconoce en su hermano a una fuente de inspiración y, por qué no, una motivación para el actual atraco. Además, este recurso es utilizado también para conocer mejor a Palermo y su vínculo con el líder, en tanto que se justifica su presencia y liderazgo durante el asalto.

Como en la temporada anterior, hay un par de puntos que nos invitan a polemizar. La manera en la que las autoridades prefieren usar la fuerza antes que la negociación y se establecen como los «malos», carentes de sensibilidad, sentido común y, hasta muchas veces, obtusos, pedantes, prepotentes, soberbios y faltos de imaginación; podría decirse que hasta torpes -cualquier parecido a la realidad, es pura coincidencia-. Mientras que del otro lado están los «buenos», quienes se ganan la simpatía de la gente común pues aprecian que distribuyan su dinero con ellos, y los toman de inspiración en otras protestas, los humanizan y hasta comparten sus razones para esta «rebelión contra la autoridad y lucha antisistema». Y es ahí en donde la serie logra con destreza su objetivo, hacer que la audiencia empatice con los atracadores que cometen un delito -¿será qué nos identificamos con ellos o qué seríamos capaces de hacer lo mismo si tuviéramos la oportunidad?-.

La Casa de Papel: Parte 3

Debo decir que, a nivel técnico, la serie mantiene y hasta aumenta su calidad. Las locaciones lucen fantásticas, se nota que hubo un incremento de presupuesto en la producción. Las actuaciones -Nairobi se lleva la temporada-, el diseño de personajes y su desarrollo se mantienen, y hasta se elevan a nivel de diálogos. La selección musical es otro apartado bien logrado, desde la canción de introducción hasta el «Bella Ciao» suenan en los momentos justos, con precisión y sin exceso; así también, el acompañamiento para los momentos de tensión logra angustiarnos aun cuando los eventos puedan ser predecibles.
El cuarto episodio es un ir y venir, no paran de suceder cosas y cierra con un final que hace inevitable ver el próximo. Mientras que el octavo, mi favorito personal, es para el infarto. No solo nos obliga a ver la próxima parte 4, sino que hace que la deseemos con un hype al máximo. Buen trabajo Netflix, ahora La Casa de Papel: Parte 4 será de lo más esperado en el 2020.
 
Conclusión

La tercera parte de La Casa de Papel es innecesaria, y la justificación para ella carece de fuerza, pues sus dos partes anteriores cumplen con creces su intención: entretener y contar una buena historia, con personajes fuertes, cerrando bien la trama en su final. Sin embargo, no podemos negar que es fascinante saber con qué nuevo as bajo la manga o plan Z se saldrá El Profesor, y el cómo estos serán ejecutados. Y aunque la fórmula se repita, esta tercera parte es potente, dinámica, con un guion sólido, personajes bien desarrollados y genera en el espectador la necesidad de una cuarta parte, ya que es imposible dormir tranquilos sin saber qué pasará con la banda.

7 puntos

 

 

 

 

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