Algunas líneas sobre Defending Jacob

Una idílica familia norteamericana ve trastocada su vida cuando su hijo Jacob es acusado de asesinar a uno de sus compañeros de clases.

La «guerra del streaming» ha logrado colocar en las multipantallas una gran variedad de series que tienen la finalidad de satisfacer los diferentes gustos de las audiencias y, entre todas las opciones, algunas resaltan más que otras. Este es el caso de Defending Jacob, una de las producciones que Apple TV+ tiene en su catálogo, un thriller basado en la exitosa novela homónima de William Landay, que trae a la pantalla Mark Bomback (Rise of the Planets of the Apes).

Este drama criminal de ocho capítulos, que se mueve entre el misterio y el suspenso, nos narra la historia de los Barber y el cómo la vida de esta idílica familia norteamericana se ve trastocada cuando su hijo Jacob (Jaeden Martell), un joven de 14 años de edad, se ve involucrado en el asesinato de Ben Rifkin (Liam Kilbreth), uno de sus compañeros de clases.

Este atroz acto, ocurrido en una pequeña ciudad de Massachusetts, llevará al fiscal Andy Barber -encarnado por un experimentado Chris Evans– a investigar dicho evento, hasta que algunas pruebas involucran a su propio hijo y lo convierten en el principal sospechoso.

A partir de este giro la serie comienza a moverse entre dos planteamientos: por un lado, encontramos todo lo referido a la investigación del asesinato y la posible culpabilidad de Jacob, y por el otro, la reacción de los padres ante la difícil situación que están viviendo.

Aunque al principio Andy Barber -quien funge como Fiscal de Distrito- tiene en la mira, como principal sospechoso, a un pedófilo llamado Leonardo Patz (Daniel Henshall), dicha sospecha se diluye cuando las investigaciones revelan una huella en la sudadera de Ben que encaja perfectamente con las de Jacob. A partir de aquí, Andy es relevado del caso y comienza una verdadera pesadilla para toda la familia, pues las sospechas de que el joven Jacob es el posible asesino no hacen más que incrementarse.

Entonces, a lo largo de los ochos episodios los padres de Jacob tendrán que debatirse entre creer en la posible culpabilidad o inocencia de su hijo. Sin embargo, defender al joven se convertirá -por sobre todas las cosas- en la tarea primordial. Para ello, Andy contacta a una experimentada abogada defensora, interpretada por Cherry Jones (The Handmaid´s Tale), quien tendrá el duro trabajo de preparar a Jacob para el juicio, mientras su padre, en paralelo, seguirá indagando sobre las pistas que va arrojando el caso.

Aunque Chris Evans -bien conocido por encarnar al Capitán América- tiene el protagonismo de la serie, no podemos dejar de destacar el trabajo de Michelle Dockery (The Gentlemen, Downton Abbey) como Laurie Barber, la amorosa madre que nos muestra lo doloroso de creer -por momentos- que su hijo realmente puede ser un asesino. Dockery verdaderamente se mete en su papel y logra, con alta credibilidad, demostrar el sufrimiento que toda esta complicada situación le genera.

Asimismo, Jaeden Martell (Knives Out, It, The Book of Henry) resalta en su papel del presunto asesino. Su actuación profundiza la trama, ya que la ambigüedad de su personalidad lleva a la audiencia a preguntarse hasta qué punto es la víctima o el victimario. Por momentos Jacob se presenta como un chico normal, aunque algo tímido, y en otros como una persona casi antisocial y con un lado un tanto oscuro.

Aunque los primeros capítulos de la miniserie tienen un ritmo considerablemente lento, a medida que avanza la trama va adquiriendo mayor dinamismo. Gracias al uso de una narrativa no lineal, que nos invita a ir descubriendo los entramados de la historia, este thriller posee un alto grado de suspenso que mantiene al espectador atento a todo lo que sucede y que su director, Morten Tyldum (The Imitation Game), fortalece con una estética sobria y fría. Cada nueva información, cada nueva situación hacen que el espectador se sienta intrigado y desee llegar al final de los acontecimientos para conocer la verdad de los hechos.

Los diversos giros que se dan en la historia hacen que la misma se vuelva adictiva y llevan a cuestionarnos temas como la actuación de los padres ante una situación tan compleja, por ejemplo: ¿hasta qué punto debe primar el amor por su hijo y en qué punto debe valer más «hacer lo correcto»?; el funcionamiento de la justicia en este tipo de casos, es decir, ¿es ético señalar a un joven como culpable de asesinato aunque todavía no se tenga certeza, solo para que la comunidad esté más tranquila?

Sin duda alguna, Apple TV+ sorprende con la producción de un thriller dramático que, si bien al principio lleva a creer que es más de los mismo, se aleja de los clichés propios del género y explora más el aspecto psicológico de los padres y el cómo estos afrontan esta amarga experiencia. De allí que Defending Jacob sea una miniserie que no se puede pasar por alto.

 

 

 

 

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Erick García

Cinéfilo, Seriéfilo, Entusiasta de los Videojuegos, lector de comics, fanático de Iron Maiden, Educomunicador, Profesor e Investigador del @ININCOUCV

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