Anomalisa es una pequeña gran anomalía en el cine de animación. Pequeña, porque cuenta una historia simple pero con toda la impronta del guionista y director Charlie Kaufman, y grande, porque es una película animada apuntada a la platea madura, alejada del territorio de Disney, Pixar y DreamWorks, y la primera de su clase en tener una calificación restringida y ser nominada a un premio de la Academia.
El concepto que manejan Kaufman y su co-director Duke Johnson es bastante sencillo, pero funciona mucho a su favor. Un entristecido autor a punto de dar una charla en un gran hotel se ve agobiado al extremo por su estancada vida. Ha llegado a un punto en el que simplemente ve a toda la gente a su alrededor con las mismas expresiones faciales, y hasta oye la misma voz en cada uno de ellos, desde el taxista y el recepcionista del hotel, hasta su propia esposa e hijo -en la voz del siempre servicial Tom Noonan-. El detalle es desconcertante y muy kaufmaniano si vamos al caso, pero hay tristemente una condición psicológica llamada Síndrome de Fregoli, en la que quien la padece siente que varias personas en su vida son en verdad una misma persona bajo un disfraz. No por nada el hotel donde se hospeda Michael Stone -un maravilloso David Thewlis– se llama The Fregoli, en un guiño no tan solapado como uno esperaría.
Michael lo prueba todo para salir del pozo depresivo en donde se encuentra, incluso un incómodo y desesperado intento de reconectarse con un amor del pasado, pero todo esfuerzo fracasa. Pero no es hasta que sale de una ducha que escucha en el pasillo algo maravilloso e inesperado, que hace estallar dentro de él emociones que hace rato creía perdidas. El resto, por supuesto, es cuestión de descubrirlo al ver la película. Anomalisa es un gran drama que cuenta con la particularidad de tener una historia muy simple y concisa, que requiere de animación porque de otra manera habría momentos que quedarían bastante más extraños con actores de carne y hueso. El nivel de animación, por otra parte, es una combinación tan bien conducida que por momentos a uno se le olvida que está mirando marionetas moverse. Tienen rasgos humanos, pero a la vez bisagras mecánicas. Todo es muy extraño, pero ¿qué no lo es en una película de Charlie Kaufman?
La resolución del conflicto puede ser agridulce, pero no es nada que no se haya esperado desde el inicio. Es triste, pero es algo que pasa cotidianamente. Es la maravilla de la película de Kaufman y Johnson, la cotidianeidad de su trama, y lo fácil que es sentirse identificado con alguno de los personajes. Personajes que por cierto están increíblemente interpretados por Thewlis y una suprema Jennifer Jason Leigh, que junto a su actuación en The Hateful Eight tiene su merecido resurgimiento en Hollywood. Su voz es simplemente atrapante y su trabajo sencillamente podría calificar para recibir premios de la Academia. Junto con la labor de Noonan, conforman un trío lleno de expresividad que construye un pequeño mundo alrededor de pocos detalles.
Anomalisa es una enternecedora y dramática historia que tiene la peculiaridad de estar contada a traves de animación stop-motion. El resto es sencillamente magia pura gracias a todos los involucrados. Imperdible si quieren presenciar una de las historias más humanas de la temporada, y ver otro tipo de animación a la que no estamos acostumbrados.
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