¿Qué pasaría si los héroes de las historietas vivieran en nuestro mundo? No en Gotham o Metrópolis, ni siquiera en la Nueva York de Marvel. No, nuestro mundo, nuestra realidad. Bueno, de heroico no les quedaría mucho. De esta premisa nace The Boys, la nueva serie de Amazon Prime, basada en el cómic homónimo de Garth Ennis y Darick Robertson.
En una sociedad controlada por los likes, las interacciones en redes sociales y el constante escrutinio público, los superhéroes pertenecen a una compañía multimillonaria, tienen contratos cinematográficos, su propia mercancía y no son responsables de sus acciones. Son un producto más, responden a órdenes de una mesa directiva que se basa en necesidades económicas y no en el bienestar de la humanidad. El salvar al mundo es solo un eslogan de venta y estos héroes son mucho más oscuros de lo que aparentan. Hugh (Jack Quaid) descubrirá esto por las malas: su novia será asesinada por A-Train (Jessie Usher), el hombre más rápido del planeta. Justo enfrente suyo, mientras le sostenía las manos, Robin (Jess Salgueiro) fue atravesada por el velocista que ni siquiera atinó a pedir perdón.
Al mismo tiempo Starlight, una nueva heroína, es seleccionada para formar parte de “Los 7”, una especie de Liga de la Justicia que tiene sus propias versiones de los héroes de DC. Annie (Erin Moriarty) es una joven del interior del país que toda su vida soñó con salvar al mundo y cree que su oportunidad llegó. Claro, descubrirá por las malas cómo son realmente sus compañeros de equipo. The Boys es una serie que no intenta lavar el material original. Consiguió adaptar las historias de Ennis y Robertson, conservando el tono negro y satírico. En una industria que saturó las pantallas con superhéroes, es un cambio más que interesante el que propone la serie creada por Evan Goldberg, Eric Kripke y Seth Rogen. Se plantea como una sátira a los universos de Marvel y hasta de la casi extinta maquinaria de DC, no solo cuentan con sus propias versiones de Superman o Wonder Woman, solo por nombrar un par, sino que se pregunta qué pasa con los héroes cuando están por encima de todo y tienen total libertad. Parece un discurso digno de los villanos, lo sé, pero lo brillante de la serie es que logra poner a estos personajes en spandex en el lugar de los malos, o por lo menos cuestiona sus privilegios.
Además, evita caer en los extremos y cada uno de los protagonistas es tridimensional: no hay malos pero tampoco buenos, y el gris se apodera de un guion fenomenal que sorprende en cada uno de los ocho episodios ya disponibles en la plataforma. También cuenta con efectos especiales de primera línea, uno de los tantos motivos por los que cada capítulo se siente como una película, como una pieza cinematográfica digna de admiración.
La historia se centra en Hughie, un joven furioso que quiere resarcimiento por la muerte de su novia, y cómo su camino se cruza con el de Billy Butcher (Karl Urban) y su búsqueda personal de venganza contra Homelander (Antony Starr), el mayor héroe de Estados Unidos. Pero Hugh dejará de ver todo en blanco y negro cuando conozca a Annie, una heroína que todavía cree en la Justicia e intenta hacer lo posible dentro de Los 7.
Cacería de superhéroes, sangre, tripas, gore, conspiraciones secretas y mucho humor negro, sin deja de mencionar las maravillosas actuaciones, su impecable edición y una gran musicalización. The Boys tiene todos los ingredientes como para ser una de las mejores series del año, pero no se queda en la intención y lo logra. Con un cliffhanger final que dejará a todos los espectadores ansiosos por la segunda temporada, no da lugar para muchas opciones y definitivamente habrá que volverla a ver.
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