La ocasión del estreno de Juliet, Naked, nos invita a repasar algunas de las obras de su autor, el gran Nick Hornby.
Son reducidos los casos en los que el séptimo arte nos presenta films basados en novelas que se encuentren a la altura y respeten a las mismas; nombres como William Shakespeare, Umberto Eco, Stephen King, Mario Puzo, John le Carré y demás han sido creadores de las más apasionantes historias, muchas de ellas llevadas a la pantalla grande. Romper con la creencia de que es mejor el libro que la película, como también recorrer el conocido periplo de primero leer el libro y luego ver el film, es un tedioso ida y vuelta entre los fanáticos de los autores que son «homenajeados» en sus respectivas adaptaciones cinematográficas. Desde mi punto de vista no cambia o afecta en algo a ninguna de las dos, ambas interactúan entre sí, pero distan mucho de que se vean perjudicadas a consecuencia del resultado final.
Nick Hornby es uno de los escritores más afables del mundo, y también guionista de films como Wild (2014) o Brooklyn (2015). Su peculiar prosa lo ha llevado a crear entrañables personajes que, aquellos que no los hayan conocido por la mano de su creador, seguramente los habrán conocido en la pantalla grande.
Fever Pitch (1997/2005)
Amor en Juego es la historia de Paul (Colin Firth) y Sarah (Ruth Gemmell), dos corazones solitarios a quienes un día el destino les otorga una pizca de suerte, al cruzar sus vidas por el pasillo del colegio donde ambos trabajan. La rutinaria vida del huraño y mal llevado Paul se sostiene y define por la pasión que lleva dentro, el club de sus amores, el Arsenal. La relación que ambos comienzan lo llevará a decidir sobre dos amores.
Sin duda la novela en cuestión fue la que puso el nombre de Hornby entre los grandes. La autobiografía Fever Pitch: A Fan’s Life (1992), donde recorre su pasión por el Arsenal, fue el disparador del director David Evans, que le sirvió para adaptarlo en un singular triángulo amoroso, y en una comedia donde todo es correcto, serio y puntual como la Inglaterra misma.
En 2005 los hermanos Farrelly, iconos y exponentes de la comedia en los ’90, americanizaron la novela y la adaptaron a la Gran Manzana, donde Lindsey (Drew Barrymore) es una exigente y dedicada ejecutiva que un día conoce a Ben, un aniñado profesor de Matemática, el cual mantiene una oculta pasión por los Red Sox de Boston. Si bien las dos adaptaciones mantienen y siguen la lógica de la pasión y el amor, la versión inglesa es la mas centrada y sentida, tanto en el plano humorístico como en el plano romántico, ya que como suelen decir menos es más. Mientras tanto, la versión americana lleva a la cúspide de lo ridículo el fanatismo de Ben, demostrando unívocamente el costado infantil del personaje, dejando de lado lo sentimental.
High Fidelity (2000)
Rob es un treintañero que vive el amor como una desilusión, su único confort lo encuentra en su pequeño, desordenado y sombrío departamento donde habitan él y su antología de vinilos, en la cual encuentra siempre una respuesta o tranquilidad. Un nuevo infortunio romántico invade su vida, y lo lleva a replantear si verdaderamente está preparado para encaminar y compartir una vida al lado de alguien. Para ello recapitula sus cinco separaciones mas memorables, incluyendo la actual. Publicada en 1995, la novela de Hornby cautivó al director Stephen Frears por su humor ácido y la gran variedad musical que la misma ofrecía. En el año 2000, el film protagonizado por John Cusack, Jack Black, Catherine Zeta-Jones, Tim Robbins y más, rápidamente se convertiría en uno de culto para melómanos musicales y para aquellos que se encuentran rotos por amor. Hornby nuevamente, como suele acostumbrar, nos ubica en la Londres de los años ’90 donde la escena musical siempre dio para hablar, a su vez introduce en ese ámbito a un antihéroe con el cual se simpatiza rápidamente. Será por la manera en que conecta con el lector, cómo lo hace participe de su intimidad, ya que el pacto de lectura rápidamente se establece posicionándonos como una suerte de confidente con el cual Rob puede libremente decir todo lo que siente, creando un espejo donde debe aceptar y cambiar todo lo que este refleja.
About a Boy (2002)
Will es un playboy londinense que vive de los derechos de autor por la canción navideña que escribió su padre, el cual lo único que le dejó fueron esos vueltos por cada vez que llegan las vísperas que anticipan la celebración. Los lujos y las relaciones de una noche parecen llenar algunos espacios en la vida enormemente vacía de Will, pero todo cambia cuando una tarde llama a su puerta un niño llamado Marcus. Al igual que Will, Marcus intenta escapar, no de relaciones serias ni de la idea de trabajar, sino de su madre hippie y sus reiterados intentos de suicidio. Una relación se establecerá entre un niño y un adulto en un desesperado aullido por ayuda que ha sido callado por mucho tiempo; ¿quién dijo que es tarde para crecer?
En el año 2002 los hermanos Chris y Paul Weitz (American Pie, Down to Earth) se reunieron con Hugh Grant, Toni Collette y un joven Nicholas Hoult para plasmar en la big screen la novela publicada de 1998, donde Hornby reluce los efectos de la ausencia de una imagen paterna en dos individuos con dos décadas de diferencia, donde la edad no mide lo que los sentimientos producen. A diferencia del film, la novela de Hornby se ambienta en los años ’90, y con una fuerte referencia al grupo del momento y a su líder, como lo fue Nirvana y Kurt Cobain. De hecho, el título de la misma fue tomado de la canción About a Girl, del álbum Bleach. La película ha conquistado a la audiencia de todo el mundo por la grata y cálida relación que Grant y Hoult transmitieron por la pantalla, sin duda es un film que transita todo tipo de emociones desde su comienzo hasta su fin.
Una nueva adaptación de Nick Hornby llega este jueves a los cines y se trata de su novela de 2009 Juliet, Naked. Esta se enfoca en la pareja de Annie y Duncan; su vida es monótona y gris como lo ciudad costera donde viven, a eso hay que agregarle la obsesión que tiene Duncan por su músico favorito, un olvidado cantautor llamado Tucker Crowe. La pasión y también el respeto parecen haberse perdido entre ellos, donde los deseos de maternidad de Annie se ven relegados por las nulas ganas de ser padre de Duncan. Todo cambia cuando, después de más de 20 años, Tucker Crowe publica un disco y los artilugios del mundo cibernético logran que Annie se comunique con él, avispando un posible nuevo comienzo para ambos. La novela de Hornby baraja y reúne condimentos de las nombradas anteriormente donde, como es costumbre en su prosa, la paternidad, las relaciones, la música y la pasión son pilares fundamentales de sus novelas. Rose Byrne, Ethan Hawke y Chris O’Dowd son los integrantes de un agridulce triangulo amoroso, acompañado de una encantadora banda sonora.