Después de años de estar en un infierno de desarrollo que involucró a diferentes estudios, realizadores y versiones, The Dark Tower llegó a la pantalla grande de la mano de Nikolaj Arcel (A Royal Affair). Lo que se planeaba como el comienzo de una ambiciosa saga multiplataforma que involucraría películas y una serie de televisión, no obstante, se siente como otros tantos films con una saga literaria a sus espaldas que fracasaron y posteriormente fueron abandonados al momento de la primera transposición. La adaptación de lo que Stephen King ha llamado su obra maestra tiene ciertos méritos, pero no se puede evitar sentir que es una versión microprocesada y acelerada de los libros que no termina de despegar.
No se puede decir que sus meros 95 minutos la vuelvan aburrida, pero sí se la siente algo desprolija y condensada. Inmersos en la acción desde el primer momento, en ciertos puntos pareciera que se saltea etapas y justifica las conexiones con diálogos expositivos que unen A con C sin haber pasado por B. El guión escrito a varias manos por Akiva Goldsman (I Am Legend, A Beautiful Mind), Jeff Pinkner (The Amazing Spider-Man), Anders Thomas Jensen (In a Better World) y el realizador se mueve rápido para instalar esa lucha entre el bien y el mal que definirá el futuro del universo. Por un lado Walter Padick, el Hombre de Negro, y por el otro Roland Deschain, el Pistolero, enfrentados en un duelo histórico por el destino de todos los seres vivos, que ahora involucra al pequeño Jake. Lo que se dice es una densa mitología de diferentes géneros, con personajes ricos e historias complejas, se ve despojada de todo elemento adyacente para hacer foco en la incesante lucha entre estos dos personajes, cuyo desarrollo tampoco termina de ser absorbente.
Idris Elba es un buen protagonista y uno de esos actores a los que da gusto ver hasta en comerciales, no obstante la película tiende a limitarlo a disparar sus pistolas y no mucho más que eso, sin hacer uso completo de su rango. Matthew McConaughey es otro favorito del público pero son curiosas las elecciones –personales o de los productores- en relación a la interpretación del villano, dado que se mueve y habla con la soltura y carisma propia del actor texano, aunque teñido de negro y susurrando maldades. Poco importa el resto del equipo frente a cámaras, aunque vale decir que hay varios buenos momentos entre Jake (Tom Taylor) y el pistolero, quienes de a poco forman un necesario vínculo fraterno.
Hay decisiones de estilo en The Dark Tower que la vuelven visualmente atractiva, aunque perdure la idea de que se podría haber aspirado a más. Criaturas humanoides, pieles falsas, portales, páramos derruidos y un Deschain que dispara como si fuera parte de Wanted, enfrentado a un hechicero oscuro que es un artista de la defensa y el contraataque. No se permite explorar mucho más dados los límites que se le impuso en términos de historia. Ni siquiera adentrarse en los trasfondos de la torre del título, del pistolero o del Hombre de Negro, únicamente representados como la encarnación del mal puro y como el guerrero solitario destinado a enfrentarlo por un mandato heredado, aunque su motivación actual sea la venganza.
King escribió una rica saga compuesta por 8 novelas, con lo que es difícil no trasponer con cierto atractivo algo de esa fantasía western de ciencia ficción. Por algo sus ideas y conceptos han convocado hordas de fanáticos a nivel mundial. La película fluye a un buen ritmo, por más acelerado que este sea, y el resultado termina por ser un paquete sintético que entretiene bajo el costo de perder toda sustancia. No tiene muchos méritos aunque tampoco es una catástrofe cinematográfica, más allá de que desperdicie recursos y descarte tópicos valiosos en pos de un sencillo enfrentamiento muchas veces visto.
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