Esta miniserie coescrita por Dennis Kelly (Utopia), y protagonizada por los nominados al premio de la Academia Jude Law (The Young Pope, Sherlock Holmes) y Naomie Harris (Moonlight, Skyfall), nos acerca nuevamente al folk horror, un subgénero que puede resultar familiar y hemos podido apreciar en producciones como The Wicker Man o la contemporánea Midsommar.
La trama de The Third Day está dividida en dos partes, que constan de tres capítulos cada una. «Verano» e «Invierno» se desarrollan en Osea, una isla unida a Gran Bretaña a la cual se puede acceder solo cuando baja la marea, dos veces al día. Festividades folkloricas y tradiciones religiosas se sucederán en una atmosfera de misterio constante, donde la amabilidad extrema de los habitantes de esta isla pone los pelos de punta en más de una oportunidad.
«Verano» nos presenta a Sam (Law), un padre de familia visiblemente atormentado por una tragedia y que solo encuentra refugio en sus paseos por el bosque. Llegará a Osea a través de Lepona, una adolescente que ha intentado suicidarse y a la cual le salvó la vida. Una vez allí, él se enfrentará a su propio proceso de duelo e ira reprimida, en un contexto en el cual lo que es real y lo que no tiene límites muy difusos.
En «Invierno», Naomie Harris le da vida a Helen, quien llega a la isla de forma intencional junto a sus dos hijas. Aunque desde el primer minuto que pisa el suelo de Osea parece tener todas las señales que le indican que debería dar la vuelta e irse, parece obstinada en encontrar un lugar en el que hospedarse para festejar el cumpleaños de su hija mayor. «Invierno» nos llena de interrogantes: ¿Qué respuestas busca Helen? ¿Por qué quedarse en este lugar es tan importante para ella? Sus hijas no encuentran explicación al caprichoso deseo de su madre de permanecer en una isla congelada y, aparentemente, nada segura.
La serie tiene momentos realmente desesperantes y otros que suelen ser un poco lentos, sin embargo, vale el tiempo invertido frente a la pantalla al sentir la intensa angustia que es capaz de transmitir Jude Law o el dolor profundo detrás de las sonrisas que regala Naomie Harris, de la mano de las fascinantes tomas del paisaje isleño y de la maravillosa aplicación del color como recurso expresivo.
Tildada de filosófica, la creación de Dennis Kelly y Felix Barrett, dista de dar explicaciones concretas sobre su historia y nos ofrece un final incierto. Se aleja de lo sobrenatural y nos propone enfrentarnos al temor que se encuentra dentro de lo cotidiano. Días atrás se emitió el último capítulo de este thriller psicológico que, como mínimo, nos plantea lo siguiente: ¿y si el verdadero horror es ese dolor que llevamos dentro?
[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]