Desde Æon Flux (2005), pasando por Mad Max: Fury Road (2015) y Atomic Blonde (2017), Charlize Theron nos demuestra que puede ser una mujer ruda de armas tomar cuando la ocasión lo amerite. Y precisamente debido a su experiencia, fama, talento e incluso conocimiento del género es que su nombre se destaca entre los integrantes de The Old Guard. Resulta que ella nos da la confianza de Andy, quien a su vez es la guerrera y líder más antigua del grupo. En esta fórmula de Highlander de Netflix, la trama gira en torno a un grupo de personas inmortales que se unen para combatir injusticias y ayudar a quien lo necesite. Cuatro guerreros imposibles de matar, ocupados con estas misiones y siempre cautelosos a la hora de evitar ser descubiertos.
Liderados por Theron, Booker (Matthias Schoenaerts), Joe (Marwan Kenzari) y Nicky (Luca Marinelli) descubrirán que el equipo es perseguido por una gran compañía farmacéutica en busca de sus cuerpos, para capturarlos y desarrollar productos rentables a partir de experimentos con sus anatomías. Para complicar la historia aparece una nueva inmortal (Kiki Layne), quien constituye toda una revelación pues hace 200 años que no aparecía alguien como ellos y tendrá que lidiar con su condición sirviendo así, preguntas y descubrimientos mediante, de instructora para la audiencia al introducirnos en este universo.
La película está dirigida por Gina Prince-Bythewood (Love & Basketball) y es una adaptación del cómic homónimo escrito por Greg Rucka, quien también escribió el guión del film, siendo conocido por excelentes trabajos en cómics de Wonder Woman, Elektra y Batwoman. Aquí lo vemos desenvolverse a sus anchas, particularmente debido a los sólidos personajes femeninos de la historia y en los que se encuentra suficientemente cómodo desenvolviendo para la gran pantalla. Por su parte, al debutar en el género de acción, Prince-Bythewood patentiza su habilidad tras las cámaras no sólo para dramas románticos. Es evidente su disposición a examinar más a fondo la relación entre Andy y sus compañeros. Sabe que para que la historia se mantenga firme necesita un desarrollo auténtico de los personajes. Por eso, aunque poco explorado intencionalmente, el arco de Andy es el que más cautiva al espectador.
Al mismo tiempo, la directora apuesta a otra arista fuerte, tales como las escenas de combate bien coreografiadas y subrayando un método rápido, eficiente y brutal. La calidad de la fotografía y efectos tampoco se quedan atrás. Con cortes simples pero precisos, la producción destaca por presentar una altura respetable en lo que es su mayor apuesta: los combates y un gran trabajo de acrobacias. Digna del género y sin usar grandes explosiones, sigue una línea al estilo de pelea cuerpo a cuerpo que va ganando gradualmente notoriedad. Vale la pena decir que el resto del elenco principal también logra destacarse en diferentes momentos a través de todos los viajes presentados y de las escenas de acción necesarias para mostrar a todo el grupo. Aunque Theron es lo más destacado, esta adaptación funciona igualmente de manera eficiente con otros inmortales.
Sin embargo, y dejando de lado a un villano muy trillado, el guion tiene algunos puntos flojos como la intención constante de que la historia sea entendida objetivamente a cualquier costo: personajes que insisten en los mismos asuntos y la exagerada atención sobre la edad de Andy. Dicho esto, The Old Guard sirve más como una introducción a una posible franquicia que trabaja sobre conceptos interesantes, como el don de la inmortalidad y sus consecuencias. Con un universo de temas, intrigas y personajes secundarios que quedaron sin explorar, es una pena que esta mitología esté construida para que sea explayada en una posible secuela. Aunque si lo que se busca es una buena película de acción, sin giros de 180º en la trama y con un objetivo claro, esta aventura sin dudas va a llamar su atención.
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