La temida nueva reimaginación de Scarface es una que no ha pasado por pocas manos. Su último director vinculado, Antoine Fuqua (The Magnificent Seven, Training Day), decía que quería a Denzel Washington (Flight, Fences, Man on Fire) como el protagonista. Meses después de tal declaración, parece que las cosas no avanzaron, pues de acuerdo a Variety, Universal Studios arrancó negociaciones con el talentoso Luca Guadagnino (Call Me By Your Name, Suspiria) para que se encargue de la dirección.
David Ayer (Suicide Squad) había estado previamente a bordo como director, en tanto que en años pasados también se convocó a Pablo Larraín (No, Jackie) y David Yates (Fantastic Beasts and Where to Find Them). Fuqua estuvo por un largo tiempo vinculado, aunque los planes de Universal Pictures para que avanzara rápido le generaron conflictos de agenda con The Equalizer 2 y por eso dio un paso al costado. Las constantes demoras han llevado a que el estudio la quite por lo pronto del calendario -estaba fijada para el 10 de agosto de este 2018- y por eso es que se volvió a la carga con el realizador,
Diego Luna (Y tu mamá también, Elysium, The Terminal, Rogue One: A Star Wars Story) tuvo el papel central por un largo tiempo, pero eso también se derrumbó. La última versión del guión es la de Ayer, aunque previamente pasó por las manos de Joel y Ethan Coen (Fargo, No Country for Old Men), Terence Winter (The Wolf of Wall Street, The Sopranos, Boardwalk Empire), Jonathan Herman (Straight Outta Compton) y Paul Attanasio (Donnie Brasco).
Marc Shmuger (Lucy, The Spectacular Now), Scott Stuber (Ted, Role Models) y Dylan Clark (Dawn of the Planet of the Apes) serán los productores de esta tercera película basada en la novela homónima que Armitage Trail escribió en 1929. El recientemente fallecido Martin Bregman (Scarface, Carlito’s Way, Dog Day Afternoon) también hubiera cumplido esa tarea. La historia, a grandes rasgos, es la del ascenso de un gángster hacia el poder. Howard Hawks ya hizo una gran película a partir de ella en 1932, la cual fue vuelta a visitar en 1983 de la mano de Brian De Palma, con una versión moderna encabezada por Al Pacino como Tony Montana. Se había manifestado que, en esta oportunidad, el protagonista sería un inmigrante mexicano en la Los Ángeles actual, pero parece que eso también cambiaría.