Secciones
El término Bombshell puede tener dos significados en su idioma original: puede hacer referencia a una noticia impactante o a una chica que es muy atractiva. En este sentido, podemos decir que el film dirigido por Jay Roach (Trumbo, Game Change), con guion de Charles Randolph (The Big Short, Love and Other Drugs), es acertado desde su propio título, ya que logra unificar en su entramado ambas concepciones, al exponer uno de los escándalos sexuales más polémicos de los últimos tiempos, en el interior de una de las cadenas de noticias más poderosas de los Estados Unidos. Nada menos que Fox News, una caracterizada por dirigir sus contenidos al sector más conservador de la sociedad norteamericana, cuyo escándalo dio vida al reconocido movimiento #MeToo.
En sus casi dos horas de duración, Bombshell exhibe minuciosamente cómo las periodistas Gretchen Carlson (Nicole Kidman) y Megyn Kelly (Charlize Theron), ambas presentadoras de Fox News, deciden denunciar los abusos sexuales perpetuados durante décadas por el presidente de dicho canal, Roger Ailes (John Lithgow), un fanático de derecha, machista, despreciable y poderoso, quien mantuvo por años un sistema de acoso hacia todas aquellas mujeres que soñaban con alcanzar un mayor reconocimiento dentro de su medio.
La historia se ubica en el año 2016, en pleno cierre de las campañas presidenciales de Estados Unidos, momento oportuno para recordarnos cómo en un debate republicano, organizado por la propia cadena Fox News, la periodista Megyn Kelly confrontó al candidato Donald Trump, calificándolo de misógino. Este suceso, que se muestra como una acción «fuerte» por parte de la periodista, en vez de reducir la popularidad del candidato logró incrementarla, ya que el actual presidente -quien, al parecer, ya había sido avisado por la propia cadena de las intenciones de Kelly- logra salir victorioso de este encuentro al posicionar, a través de Twitter, su discurso en contra de la periodista, desacreditándola y vinculando sus preguntas y comentarios con su ciclo menstrual. Un duro golpe para ella, quien por años avaló y defendió el sistema conservador y patriarcal que instauró dicha cadena.
Lejos de desanimarla, este traspié parece impulsarla a dar la pelea por lograr que las mujeres tengan un trato justo y no sean vistas como objetos sexuales y decorativos, que pueden ser usados a su antojo por los hombres. Es aquí cuando entra en escena Gretchen Carlson, una periodista venida a menos, quien ha sido despedida del canal por, supuestamente, transmitir mensajes que revalorizan el papel de las mujeres en la sociedad, cuando la realidad indica que su despido se debe, en gran medida, a que decidió rechazar las solicitudes sexuales de Roger. Ella sufrió el acoso al igual que muchas otras y, sumado a su despido, decide tomar acciones legales en contra del poderoso personaje, siendo este el punto de partida que da verdadero sentido a la trama.
Para redondear la historia, nos encontramos con una tercera periodista, Kayla Pospisil (Margot Robbie), un personaje ficticio que tiene la difícil tarea de encarnar los horrores que sufren las mujeres jóvenes, inexpertas y ambiciosas que desean alcanzar un mayor reconocimiento en un canal dominado por un hombre abusivo y sexista, que humilla a las mujeres a cambio de otorgarles la fama que desean.
A través del cruce de las tres, Roach logra crear una trama congruente de cómo el acoso sexual y el abuso de poder se logra institucionalizar en el espacio laboral, y cómo sus trabajadoras, al sentirse acorraladas y temerosas, deben callar ante la humillación a la que son sometidas. En este sentido, resulta interesante cómo la narrativa del film rompe continuamente la cuarta pared con el objetivo de que estas tres mujeres -Kelly, Carlson y Pospisil-, quienes han sido acosadas sexualmente, compartan directamente con el público sus historias, logrando con ello una mayor empatía entre ellas y la audiencia; además, de otorgar cierta frescura a la trama.
Podemos decir que Bombshell no es una película creada para especular, más bien es un film directo que pone la lupa en un tema tan duro como lo es el acoso sexual en entornos corporativos. Uno de esos temas incómodos, que muchos prefieren pasar por alto u ocultar. Pero que gracias a movimientos como #MeToo han salido a la luz -tal es el polémico caso de Harvey Weinstein, divulgado un año después del caso expuesto en el film-, con la finalidad de desenmascarar los horrores que sufren muchas mujeres que han sido manipuladas por hombres poderosos en un mundo que, además, ha sido moldeado social, política, económica y culturalmente –en la mayoría de los casos- por estos individuos.
Actuaciones de lujo
Bombshell, además de sorprender con una historia impactante, se engrandece con unas actuaciones magistrales. Charlize Theron (Mad Max: Fury Road, Monster) –con un maquillaje sutil- logra encarnar a la perfección a la presentadora Megyn Kelly. Sus gestos, su forma de actuar y de hablar, son tan convincentes que por momentos olvidamos que estamos enfrente de la reconocida actriz. Asimismo, Nicole Kidman (Dogville, Moulin Rouge!) hace lo propio; aunque su parecido con la periodista Gretchen Carlson no es tan evidente, la fuerza que transmite este personaje logra que su interpretación sea memorable, y Margot Robbie (Birds Of Prey, Once Upon a Time in Hollywood), si bien no tiene un papel que la haga brillar, representa a la perfección a la joven ingenua que daría todo por alcanzar sus sueños.
Y aunque el protagonismo recae en estas tres talentosas actrices, no podemos obviar el extraordinario trabajo de John Lithgow (Pet Sematary, The Crown), quien hace de Roger Ailes un sujeto siniestro -por momentos simpático y protector-, que aparece la mayor parte del tiempo encerrado en las cuatro paredes de su oficina, una fortaleza que esconde sus desagradables encuentros. Lithgow se define muy bien cuando en uno de sus diálogos reconoce: «Soy discreto, pero implacable».
Para concluir, podemos decir que si en algo falla Bombshell es en la timidez con que señala a los culpables. Aunque deja claro que Ailes es el monstruo de la historia, hay todo un entramado de complicidades en la cadena de televisión que apenas es esbozado en el film. A pesar de esto, es evidente que películas como Bombshell son necesarias y deben ser vistas y analizadas por todos, para seguir comprendiendo los peligros que encierra la violencia de género en lo laboral y en nuestra cotidianidad.
[ratingwidget_toprated type=»pages» created_in=»all_time» direction=»ltr» max_items=»10″ min_votes=»1″ order=»DESC» order_by=»avgrate»]
