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Los roles femeninos en el cine han empezado a variar en los últimos años, con personajes cada vez más fuertes, complicados e incluso violentos. Poco a poco, Hollywood altera la fórmula en sus películas de suspenso e intriga, alterando la desigualdad de género en el rol principal y dándole la posibilidad a increíbles actrices de demostrar y estatuir todo su potencial frente a cámaras. Muchos directores percibieron esto como una coyuntura para exhibir en sus obras un personaje con fortaleza, pero sin testosterona. Y así comienza a gestarse un cambio en lo que vemos en pantalla.

Gradualmente se comenzó a abordar una sustitución de papeles a los que la audiencia tuvo una recepción general positiva. Luc Besson ha sido un cultor de las mujeres fuertes desde Nikita (1990) y el estreno en cines de Anna brinda el marco ideal para revisar otros exponentes del género. Thrillers con mujeres al frente, algunos más sostenidos en la acción, otros en la intriga, liderados por actrices experimentadas o caras nuevas en busca de dejar su huella.

 
Hanna (2011)

Si Bourne y Nikita hubieran tenido una hija seguramente hubiera sido el personaje de Saoirse Ronan en esta película. Terroríficamente violenta, con una inteligencia sin límites y entrenada toda su vida en diversas artes para ser una fatal asesina, la trama gira en torno a esta joven de 16 años que es perseguida a lo largo de Europa por parte de la CIA. Con escenas de acción muy prolijas y unos formidables combates cuerpo a cuerpo, Hanna es una muchacha que tiene como consigna desde que nació estar lista «para cuando llegue el momento», aunque ella no esté segura de qué signifique eso. Siendo el resultado de mejoras genéticas desde el embarazo para mejorar su fuerza, resistencia y no tener impedimentos morales y éticos, Ronan sorprende con un rol arrebatado a los cuales venía acostumbrada.

The Net (1995)

A mediados de los ’90, Sandra Bullock ya era considerada una apuesta segura a la hora de asignarle un papel principal. Su carrera artística se catapultó a la fama después de Speed (1994) y Demolition Man (1993) por lo que no había vacilación alguna al momento de ofrecerle participar en uno de los primeros thrillers informáticos de la historia del cine. La naciente y cotidiana computación estaba vista como un peligro para nuestros datos personales. En el film, a una joven programadora de ordenadores le llega un disquete con acceso al control de las bases de datos protegidas en Estados Unidos. Allí comienza una carrera para desenredar una maraña de conspiraciones empresariales, que ponen en peligro no sólo su vida física sino también su vida digital.

Kidnap (2017)

Una madre divorciada presencia, en una placentera tarde en el parque, cómo secuestran a su hijo dentro de un auto. Sin forma de acudir a la Policía, inicia una frenética persecución para salvarlo. Halle Berry deja de ser una apacible mesera para convertirse en una amalgama de Liam Neeson y John Rambo, lo necesario para rescatar a su pequeño. Sí, una historia que fantasea con la desesperación e intrepidez de una madre elevada al límite, pero con buenas escenas de acción y una sensación de preocupación constante.

Colombiana (2011)

Zoe Saldana es una joven que, cuando tenía 9 años, fue testigo en directo del asesinato de sus padres. Bajo entrenamiento con su tío, 15 años después, termina convirtiéndose en una asesina profesional con sueños de venganza. Una historia escrita y producida por Luc Besson con mucha similitud a otra obra suya, León (1994). Saldana plantea a su asesina con todos los requisitos de una femme fatale: inteligencia, belleza y determinación sin límites para que no quede crimen sin justicia.

Lucy (2014)

Con una crítica muy dividida nos llegó hace cinco años este thriller con elementos de ciencia ficción, ahora con Besson en la dirección, en el que veíamos cómo podía llegar a ser el potencial de nuestro cerebro sin atadura alguna -al estilo Limitless, pero con mucha más acción-. La fabulosa Scarlett Johansson nos regaló un viaje frenético, minuto a minuto, que traspasa la frontera de lo que apenas atinábamos a vislumbrar como el total de nuestras facultades. Aquí la veremos ejercer un rol involuntario de «mula» para unos narcotraficantes que trabajan con drogas sintéticas experimentales. Tras romperse una de esas bolsas transportadas y absorberla en su interior, Lucy adquiere paulatinamente mayor control de su cuerpo y mente al estar las 86 mil neuronas de su cerebro funcionando al mismo tiempo, en toda su magnificencia.

Red Sparrow (2018)

Una antigua bailarina, tras un grave accidente, deja la danza y es reclutada por el servicio secreto ruso para convertirse en un Gorrión, una agente de alto grado que usa la seducción como arma de espionaje. Su historia comienza cuando, en su primera misión, se involucra con un agente de la CIA y comienza un espiral de atracción y engaño. Visualmente atrayente y con un sugerente comienzo, la película protagonizada por Jennifer Lawrence nos mantiene atados al sillón en todo momento. Su versatilidad en el cine es bien conocida y aquí estará más letal que nunca.

Atomic Blonde (2017)

Una intrigante, violenta y seductora Charlize Theron interpreta una agente del MI6 de alto nivel, que es enviada a Berlín en 1989 tras la caída del Muro para rescatar una lista de agentes dobles que están siendo introducidos clandestinamente en Occidente. Basada en la novela gráfica The Coldest City de Antony Johnston, el film cuenta con un gran elenco en el que se destacan James McAvoy, John Goodman y la creciente Sofia Boutella, entre otros. Por su parte Theron redobla la apuesta de las actrices en el cine de acción. Y aunque no es su primer protagónico en este género, sí termina por ser uno de los más crudos y realistas. David Leitch (Deadpool 2, John Wick) dirige esta maravilla coreográfica sostenida en un estilo único, con un buen equilibrio de acción y misterio, enmarcada hacia el final de la Guerra Fría.

¿Qué otra sumarían a la lista?