El enfrentamiento entre el bien y el mal es algo tan antiguo como el mismo universo. Sin embargo, la forma en que el cine ha representado a las encarnaciones del mal, en los más dispares villanos, se ha ido modificando con el correr del tiempo. Afortunadamente, los personajes que nos viene regalando actualmente son cada vez más y más complejos, alejándose de las representaciones unidimensionales de antaño que no mostraban un trasfondo en estos antagonistas que justificara o al menos tratara de explicar sus motivaciones internas. Atrás quedaron ya las caracterizaciones simples y acartonadas, carentes de toda profundidad. Y aunque en realidad no tiene nada de malo que el malo sea simplemente malvado, sin más razón que el simple placer de hacer daño, se agradece que los guionistas se esfuercen en crear personajes mucho más profundos. En algunos casos, de hecho, el villano termina mostrando su costado más bondadoso o incluso convirtiéndose en el héroe que salva el día, logrando en cierta forma limpiarse de sus pecados.
Con el estreno de Maleficent: Mistress of Evil (Maléfica: Dueña del Mal, 2019), continuación directa de aquella película de 2014 que nos mostraba que en realidad la malvada hada de la Bella Durmiente no era tan mala después de todo, decidimos repasar algunos otros casos en los que el antagonista resultó ser mucho más bueno de lo que pensábamos… o al menos logra un poco de redención al final.
El Grinch (The Grinch)
No importa si nos referimos al film del año 2000 protagonizado por Jim Carrey o a la versión animada del 2018, en cualquiera de los casos veremos a un ser vil y amargado, dispuesto a arruinar la Navidad y cualquier atisbo de alegría de quien se le acerque. Recluido solo en una cueva, evitando todo contacto con los habitantes del pueblo, esta desagradable criatura se las arreglará para hacerle la vida miserable a cuantas personas pueda. Eso hasta que la inocencia de una niña lo haga reflexionar, cambiar su esencia y acabe salvando la Navidad.
El viejo Scrooge en Cuento de Navidad (A Christmas Carol)
Tal parece que no hay mejor momento del año que la Navidad para redimir seres despreciables. Eso justamente ocurre en esta historia de Charles Dickens, no importa cual de sus tantísimas adaptaciones para el cine decidamos elegir. En blanco y negro o a colores, con Mickey y compañía o los Muppets, animada por computadora con voz de Jim Carrey o musical, la historia es básicamente la misma. Un anciano despreciable, de posición económica acomodada y avaricia extrema, disfruta de pasar sus días atormentando a sus empleados y denigrando a quien pueda. Pero todo cambiará ante la visita de los fantasmas de las Navidades pasadas, presente y futuras para que el viejo Scrooge se de cuenta de sus errores y logre salvar su alma, justo a tiempo para cortar el pavo en la cena navideña.
Drácula (Dracula Untold, 2014)
Si bien en las decenas de adaptaciones cinematográficas al personaje creado por Bram Stoker se lo representa como un ser vil, cruel y despiadado, sediento de sangre y sin respeto alguno por la raza humana, no fue ese el caso en la versión protagonizada por Luke Evans (La Bella y la Bestia, El Hobbit: la desolación de Smaug). Aquí se lo muestra como un padre y esposo abnegado, dispuesto a sacrificar su vida y felicidad por quienes ama, quitando prácticamente todo vestigio de lo que hace al personaje de Stoker tan interesante en su desesperado intento por humanizarlo, intentando incluso mostrarlo como una especie de mártir bondadoso. La crítica fue implacable con el film, pero la taquilla internacional lo salvó de ser un fracaso rotundo, logrando cubrir sus costos de producción y marketing.
Severus Snape (de la saga Harry Potter)
El genial Alan Rickman se ganó un lugar en el corazón de todos con su brillante interpretación del frío, severo y hasta cruel profesor Snape en las películas de la saga de Harry Potter. Si bien a lo largo de las ocho entregas que narran la historia del niño mago lo que abundan son los villanos, con especial énfasis en Lord Voldemort y sus secuaces, es innegable que Rickman da vida a un personaje intimidante, que inflige temor ante su sola presencia. Gran sorpresa sería descubrir hacia el fin de la historia, en la séptima parte, que en realidad uno de los villanos más temidos formaba parte en realidad del escuadrón de los buenos, jurando proteger a Harry del Señor Oscuro. Su muerte, en las fauces de la letal serpiente Nagini, sigue cosechando lágrimas de cuanto fanático de Harry Potter se precie.
Darth Vader (de la saga de Star Wars)
La redención de uno de los villanos más despiadados de todos los tiempos es una tarea difícil, por lo que afirmar que el padre de Luke logró redimirse de todos sus pecados al final del episodio VI (The Return of the Jedi) sea quizás un poco exagerado. Lo que sí es cierto es que en una de las escenas más conmovedoras de la saga logramos ver que existe bondad en él. Específicamente cuando se sacrifica para salvar la vida de su hijo, muriendo a rostro descubierto en sus brazos, para ser luego una especie de fantasma protector omnipresente. Este acto final aislado, sin embargo, es claramente insuficiente para compensar tanta muerte, tortura y destrucción, pero sirve como símbolo de su redención final.
Como vemos, los villanos son parte fundamental de la historia del cine y responsables en gran medida del éxito o fracaso de una película. Psicópatas, sádicos, crueles, despiadados, inmorales… siempre complejos. Ya sea una jefa abusiva como Miranda Presley en The Devil Wears Prada (El Diablo viste a la moda) o un dios embustero pero igualmente carismático como Loki en la saga Thor de Marvel, aplaudimos que sean siempre multidimensionales, y con la capacidad de sorprendernos. Porque en definitiva es verdad… amamos odiarlos.
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