Exploramos un poco de la trayectoria del aclamado neozelandés.
¿Qué más se necesita además de un puñado de buenos actores, frescas ideas y una particular sensibilidad para el humor? Está claro que nada para Taika David Waititi, pues a lo largo de su carrera -una que solamente sabe ir en sentido ascendente- se ha valido de menos recursos para narrar breves historias que, como ya lo hace su notable filmografía, exploran sus inquietudes personales, culturales y, sobre todo, demuestran que el siempre certero lente del neozelandés decide centrarse en desafortunados y reivindicables personajes. Es por esa impecable habilidad como narrador -y porque hoy 16 de agosto sopla 44 velas de cumpleaños-, que resalto cinco interesantes cortometrajes del cineasta, entre ellos el que lo llevó a la carrera por el Oscar.
Team Thor
Captain America: Civil War fue el pico de popularidad para la sólida trilogía de Steve Rogers: ¿Qué lado tomarías, el de un Iron Man ensimismado por la culpa o el de la férrea voluntad del buen Cap? Como sea, un tercer equipo se estaba gestando: el de Thor, quien se encontraba de manera no canónica en Australia. El cortometraje con espíritu de falso documental -un campo donde el realizador se mueve con comodidad- era un más que buen augurio para el tratamiento que Waititi le daría al Asgardiano en Thor Ragnarok, uno desenfadado y alejado de la divina solemnidad del personaje.
Además, tal fue el buen recibimiento del breve corto -presentado por primera vez en la Comic Con de San Diego del 2016- que se decidió lanzar dos más, también dirigidos por él, destacándose por el regreso de Jeff Goldblum al papel de The Grandmaster.
The Captain
Además de director y guionista, el también conocido como Taika Cohen ha sido actor en proyectos realizados por alguien más. Algunos le recordarán por ser el desafortunado amigo de Hal Jordan en la aún más fallida adaptación de Green Lantern, mientras que él mismo entregó uno de sus mejores papeles en Boy, el segundo largometraje que realizó y donde daba vida al problemático padre del protagonista. Pero en The Captain, cortometraje creado por Nash Edgerton -hermano y doble de riesgo de Joel Edgerton– y Spencer Susser -editor de The Greatest Showman-, encarna a un piloto de vuelo que, tras un fatídico accidente, se dará cuenta que las cosas no pintan bien para él.
Aunque el cortometraje carezca de cualquier diálogo, es la particular fisicalidad de Taika la que termina de hacer más que entretenidos sus menos de cinco minutos de duración, los cuales confirman al sólido actor que hay dentro del neozelandés.
What We Do in the Shadows: Interview with Some Vampires
Casi 9 años antes de que llegara What We Do in the Shadows a las salas de cine y consolidara a Waititi como un talento al que seguir de manera perpetua, él y Jemaine Clement -quien también protagoniza- realizaron el cortometraje en el que se basa la película, aunque con una radical diferencia de recursos. Filmada con la característica austeridad que es compensada por el buen humor de ambos, la misma introduce a Viago, Vulvus y Deacon (Jonny Brugh), personajes que ya narrarían sus desventuras vampíricas en la película de 2014, de la cual también se desprendió una igualmente notable serie de televisión.
De haberse visto ya la película -una imprescindible dentro de la filmografia de Waititi-, nada mejor que revisar cómo arrancó el concepto para la desopilante comedia que hace justo homenaje a la figura del vampiro.
Slade in Full
Ciertamente, Waititi no le tiene miedo al ridículo, y eso se demuestra con su largo montaje donde encarna a varios soldados asesinados por el implacable Slade, un experto en el manejo de las armas que es sacado de su retiro por un cuestionable general. Con varios planos que uno deseará sacar de su mente después de verse -y asimilarse-, se trata de uno de los trabajos más caseros del cineasta, quien en 2006 realizó esta «Commando pero mucho más asombrosa» -como él mismo describe- en 7 largas horas. Con claras intenciones de ridiculizar algunos tropos del género -la promesa de jamás volver a matar, por ejemplo-, es innegable que él sabe interpretar a un tipo duro…
No obstante, tal sencillez tienes su razón de ser, pues la aventura de Slade compitió en el festival 48Hours, un concurso de Nueva Zelanda donde varios equipos deben escribir, filmar y editar un cortometraje de breve duración en menos de 48 horas. En este, todos los participantes deben crear la historia a partir de ciertas indicaciones, las cuales fueron el nombre del personaje, la inclusión del diálogo «That’s what I’m talking about» (De eso estoy hablando) y la utilización de un espejo. No se puede decir que Waititi incumplió, pues el mismísimo Peter Jackson -quien participa en el jurado- le eligió como subcampeón nacional.
Two Cars, One Night
2004 quizás es uno de los años más importantes para el ascenso de Waititi, pues fue cuando estrenó su primer cortometraje profesional en una serie de importantes festivales, un arduo proceso que culminó con una nominación al Oscar en 2005, categoría que fue presentada por Jeremy Irons -aunque el anfitrión de la ceremonia fue Chris Rock-. En ella, compitió contra importantes nombres como Nacho Vigalondo y Andrea Arnold, pero el galardón se lo terminaría llevando esta última por la dramática y reflexiva Wasp.
A diferencia de los anteriores cortometrajes, Waititi modera el humor -que lo hay, y es más que efectivo- para contar una sencilla historia sobre esos encuentros anecdóticos pero nada fútiles, aquellos que marcan la niñez y son recordados en la etapa donde todo se olvida. Y es que filmada en blanco y negro, Two Cars, One Night sigue a un trío de niños maorís -una etnia siempre presente en su trabajo- que esperan en sus vehículos que la noche acabe, y no hay mejor manera de matar el tiempo que con el simple y pueril diálogo, escrito con la típica gracia del neozelandés.
Como reza la descripción oficial: a veces el primer amor se encuentra en el lugar más improbable, como en el estacionamiento fuera del pub Te Kaha.
Y para ustedes, ¿cuál es el mejor trabajo de Taika Waititi?
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